SUR DEL ESTADO.- Décadas atrás, era común observar el arribo de migrantes desde inicios de diciembre; llegaban en camionetas cargadas de mercancías y productos desde Estados Unidos para compartir con sus familias. Sin embargo, en fechas recientes, la situación ha cambiado drásticamente.
Familiares de connacionales comentan que muchos de ellos ya no podrán visitar sus localidades de origen. Quienes sí podrán hacerlo son, principalmente, los hijos de estos migrantes que cuentan con doble nacionalidad y tienen sus documentos en regla. Ellos viajan para visitar a sus abuelos en municipios con alta presencia migratoria como Oxkutzcab, Tekax, Teabo, Dzan, Maní, Akil y Peto, entre otros.
Los tiempos han cambiado. La principal ola migratoria hacia los Estados Unidos ocurrió en la década de los noventa, cuando el costo para cruzar la frontera con un “coyote” era de aproximadamente $50,000 pesos de aquel entonces. Actualmente, el precio supera los $10,000 dólares, una cifra sumamente elevada que muchos no pueden costear.
Empleos
Además del factor económico, quienes residen en la Unión Americana priorizan la estabilidad laboral y evitan cualquier conflicto con la ley por temor a la deportación. Así lo confirman sus parientes en México, quienes reciben las remesas destinadas a la inversión en terrenos y otros bienes, mientras esperan ver a sus hijos y nietos solo si las condiciones legales lo permiten.
Texto y fotos: Bernardino Paz




