Los más de 12 mil migrantes que residen en el vecino país del norte no todos viven como una historia de éxito, muchos han sido objeto de involucramientos en actividades delictivas de las cuales tienen ya record criminal.
Los récords más comunes son de violencia doméstica, seguidos de las infracciones de tránsito o el de riñas callejeras, muchos recordarán al famoso bar Tintán, lugar de esparcimiento, pero también de mucha violencia que fue cerrado el pasado 2016. Pero qué importancia tenía el Bar Tintán en particular para los migrantes de Oxkutzcab que acudían a ese lugar, era porque en su interior estaba decorado con fotos del municipio como el atractivo que hacía de los migrantes originarios de la ciudad, acudan a tomar sus cervezas a departir con las meseras y a contemplar las fotos de su pueblo natal causando el efecto de la nostalgia y estimulando el consumo de la ingesta de cervezas.
El dueño del lugar decidió vender panuchos y comida yucateca, porque la mayoría de su clientela eran migrantes de origen maya, y en muchos casos ahí se quedaba por completo el valor total del cheque de trabajo.
Ángel Granados Ontiveros, presidente de la Federación de Migrantes del Norte de California, dijo en entrevista para Punto Medio, “que el barrio latino está cambiando su imagen con barras y cafés al estilo sajón, antes a diario había balazos por conflicto de defender su territorio por la pandilla de los Sureños que abarca de la calle 20 hasta la 16 y los Norteños de la calle 24 de la Mission, muros pintados con grafitis, inseguridad en las noches, muchos de los pandilleros que se veían tatuados en sus atuendos característicos de pantalones caídos están siendo deportados por las autoridades, muchos de ellos han regresados a sus lugares de origen.
Ahora se puede ver una transformación de esa parte de San Francisco, con la llegada de inversionistas que están cambiando a ese barrio que representó un dolor de cabeza para la policía de California”, concluyó el líder de migrantes.
Ahora con la política migratoria de Donald Trump, muchos de los migrantes se cuidan de no ir a bares o de meterse en conflictos con la ley porque saben que pueden ser deportados.
– Bernardino Paz Celis
