La Tierra se dirige al menos a un alza de las temperaturas de 2.4 grados centígrados a final de siglo, de acuerdo con las estimaciones
Mil millones de personas se verán afectadas por una “combinación fatal de calor y humedad” si las temperaturas a final de siglo suben 2 grados Celsius (°C) respecto a los valores preindustriales, según un estudio publicado este martes por la Oficina Meteorológica británica (MET Office).
“El número de personas en regiones de todo el mundo afectadas por el estrés por calor extremo, una combinación potencialmente fatal de calor y humedad, podría aumentar casi 15 veces si el aumento de la temperatura mundial alcanza los 2°C”, indica el estudio publicado en vísperas de que el viernes concluya la cumbre climática COP26 que se celebra en Glasgow.
En ese foro de Naciones Unidas se intentan forjar compromisos para evitar que las temperaturas a final de siglo avancen más de 1.5ºC respecto a los niveles previos a la Revolución Industrial.
En el escenario descrito por el estudio, el número de personas que sufrirían esa situación aumentaría de 68 millones en la actualidad hasta “alrededor de mil millones”.
Si el incremento del calor global alcanzase los 4°C, se vería afectada “casi la mitad de la población global” y en la mayoría de los continentes del mundo.
“Los miembros vulnerables de la población y aquellos con trabajos físicos al aire libre tienen un mayor riesgo de efectos adversos para la salud”, señaló el director de Impactos Climáticos en la Oficina Meteorológica del Reino Unido, Andy Hartley.
A ello se sumarían otros efectos adversos como inundaciones de ríos, riesgo de incendios forestales, sequías, e inseguridad alimentaria.
El 2100, el año clave
El estudio de la MET Office se publicó al mismo tiempo que la estimación de la plataforma científica Climate Action Tracker, que dice que el planeta se dirige “al menos” a un alza de las temperaturas de 2.4 grados centígrados a final de siglo especto a los valores preindustriales, lejos del máximo de 2 grados recogido en el Acuerdo de París y más aún del límite de 1.5ºC al que aspira la ONU.
“Glasgow tiene una enorme brecha de credibilidad, acción y compromiso, ya que el mundo se dirige al menos a 2.4°C de calentamiento, si no más”, según el informe publicado.
La actualización de los datos de esa plataforma independiente, que desde 2009 mide las emisiones de gases de efecto invernadero, apunta a que “con todas las promesas de objetivos, incluidas las realizadas en Glasgow, las emisiones globales de gases de efecto invernadero en 2030 seguirán siendo aproximadamente el doble de lo necesario para el límite de 1.5°C”.
La “brecha” a corto plazo entre lo necesario y lo proyectado para el final de esta década se ha reducido “en solo un 15-17 por ciento durante el último año”, lo que entraña que “sólo con las promesas de 2030, sin objetivos a más largo plazo, el aumento de la temperatura global será de 2.4°C en 2100”, indica el informe.
Números fatalistas
El estudio añade que con las políticas actuales, no con las propuestas aún por materializarse, el aumento a final de siglo “es aún mayor” y llegaría a 2.7ºC “con sólo una mejora de 0.2ºC durante el último año y casi un grado por encima de los anuncios netos de cero que han hecho los gobiernos”.
Con los compromisos anunciados desde el pasado abril, los objetivos a largo plazo reducirían el aumento de las temperaturas en 0.3ºC, hasta los 2.1 grados a final de siglo.
Esto se debe “principalmente” a la inclusión de metas de cero emisiones netas por parte de Estados Unidos y China, ahora formalizadas en sus estrategias a largo plazo presentadas a la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático.
¿Mejor escenario?
Si se cumplieran todas las promesas y compromisos de cero emisiones netas hacia 2050, agrega el informe, se podría llegar a un aumento de 1.8 grados a final de siglo, una estimación que “está lejos de ser una noticia positiva”.
“Esta vía ‘optimista’ está muy lejos del límite de 1.5”, señala el informe, que recuerda que el Acuerdo de París comprometía a un calentamiento máximo de 1.9 grados, con el objetivo de limitarlo a un grado y medio.
Señala, además, que existen “un 16 por ciento de posibilidades de superar un calentamiento de 2.4 grados” al llegar al siglo XXII.
“Hay una brecha de casi un grado entre las políticas actuales del gobierno y sus objetivos netos cero”, señala en el informe el director ejecutivo de Climate Analytics, Bill Hare, una de las dos organizaciones socias de Climate Action Tracker.
Hasta ahora, más de 140 gobiernos han anunciado metas netas cero, que cubren el 90 por ciento de las emisiones globales. Pero el análisis de 40 países de Climate Action Tracker, que cubren el 85% de las emisiones, arroja que “sólo una pequeña cantidad” son calificadas como “aceptables” y aportan hojas de ruta para alcanzar el objetivo.
Los expertos señalaron que la “inacción” viene impulsada esencialmente por el gas y el carbón, por lo que pidieron que la hulla quede “fuera del sector energético para 2030 en (los países de) la OCDE, y globalmente para 2040”.
Texto y foto: EFE