Candelaria, Champotón, Escárcega y Hopelchén, los focos rojos del Estado
Campeche se ha colocado como el estado con mayor deforestación a nivel nacional, con un promedio de 26 mil hectáreas perdidas anualmente, principalmente por el cambio de uso de suelo, informó Luis Antonio Martínez Yáñez, director de Desarrollo Forestal Sostenible de la Secretaría de Medio Ambiente, Biodiversidad, Cambio Climático y Energía (Semabicce).
De acuerdo con datos recientes proporcionados por la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), el Estado ha registrado un incremento progresivo en la pérdida de cobertura forestal, el cual comenzó con 22 mil hectáreas, pasó a 24 mil y actualmente supera las 26 mil.
Los municipios más afectados por esta problemática son Candelaria, Escárcega, Champotón y Hopelchén, siendo Candelaria el que encabeza la lista con una situación crítica: la mayoría de sus zonas boscosas y selváticas han sido devastadas. En este municipio, incluso, se lleva a cabo una revisión con imágenes satelitales para dimensionar el impacto total.
En el caso de Hopelchén, aunque el daño es menor, gran parte de su cobertura forestal también ha sido sustituida por actividades agropecuarias.
Martínez Yáñez señaló que la principal causa detrás de esta situación es el cambio de uso de suelo para la expansión de la ganadería y la agricultura.
“La deforestación continuará mientras existan comunidades que dependan directamente del terreno para sobrevivir. La gente necesita comer, estudiar, vestirse y tener una casa. Ante esta realidad, la tala de árboles parece ser una solución inmediata”, explicó el funcionario.
Sin embargo, también subrayó que existen modelos sostenibles que han dado buenos resultados. “En Quintana Roo hay dos ejidos donde trabajan con un manejo forestal adecuado, y su tasa de deforestación es prácticamente nula. Ahí ya aprendieron a vivir del bosque sin destruirlo”, añadió.
Martínez Yáñez lamentó que en Campeche, muchos habitantes hayan perdido el interés en ver el bosque como una fuente de ingresos sustentable. “Muchos prefieren vender en el mercado negro, porque hacerlo de forma legal les parece más complicado y menos rentable”.
Ante este panorama, hizo un llamado a quienes tienen permisos de aprovechamiento forestal a usarlos adecuadamente y ver en ello una oportunidad económica real. “Si el bosque genera recursos, la gente dejará de quemarlo y de cambiar su uso de suelo”, afirmó.
Finalmente, destacó la necesidad urgente de crear una Fiscalía Ambiental especializada que atienda de manera directa los delitos contra el medio ambiente, ya que muchas denuncias y carpetas de investigación se han quedado estancadas al ser turnadas a instancias federales como la Profepa o la Fiscalía General de la República. “Se necesita mano dura para frenar esta destrucción”, concluyó.
Texto y fotos: Agencia