Miles de meridanos llegan puntuales a la cita con la virgen de La Candelaria

Con gran devoción, cientos de fieles dejaron sus actividades cotidianas para asistir a rendir culto en su día a la virgen de La Candelaria, cuya imagen, en medio del repicar de las campanas, música de charanga y voladores; por primera ocasión fue llevada en procesión hacia la Iglesia de San Juan, donde visitó a su hijo Jesús representado por el Cristo de Amor.

A su regreso a su santuario, la venerada imagen fue recibida con aplausos y las tradicionales mañanitas que interpretó un mariachi previo a que el padre Carlos Caballos oficiara la celebración eucarística en la que al finalizar se bendijeron decenas de imágenes del Niño Dios y las tradicionales velas, que se explicó, representan la Luz de Cristo que se descubre al mundo.

En la ocasión, la venta de tamales estuvo a la orden del día, además de la cochinita, el relleno negro y los postres que hicieron las delicias de los fieles que a lo largo del día abarrotaron el patio de la Iglesia para escuchar misa y venerar a la virgen.

“Somos marianos, somos guadalupanos, amamos mucho a la Santísima Virgen María y en cualquier festividad que se le haga a cualquier advocación, estamos con ella, por eso, aunque ya es mediodía y el sol arde fuertemente nos aguantamos para decirle a la Virgen de la Candelaria: somos tus hijos, no importa el calor, el sufrimiento, estamos para servirte, para obedecerte en lo que tu mandes, nos gusta estar cerca de ti”, dijo en su homilía el padre Carlos Ceballos García, rector de la Parroquia de Nuestra Señora de la Candelaria.

Explicó que para dar cumplimiento a la Ley de Moisés, José y María llevaron a presentar al templo a Jesús a los 40 días de su nacimiento. También llevaron una ofrenda de dos palomas. En ese momento llegó el profeta Simeón, que por muchos años esperó a conocer al Mesías, ya que así se lo había revelado el Espíritu Santo.

“Al ver llegar a la Virgen María, el profeta se sintió emocionado y tomó al niño en sus brazos y exclamó: Señor ya puedes dejar morir en paz a tu siervo, mis ojos han visto al Salvador, la luz que alumbra a las naciones, que hermosas palabras, nosotros también las podemos decir, porque todos los días podemos comulgar para recibir a Jesús en el corazón y estar en gracia”, subrayó el sacerdote quien hizo votos para que la devoción a la Virgen de la Candelaria nos lleve a Cristo.

“No queremos al demonio, no queremos al pecado ni las desgracias que están ocurriendo en tantas partes del mundo porque ofenden mucho a Dios, nosotros sigamos invocando a la Santísima Virgen María, bajo cualquier advocación, ella es quien va a interceder por nosotros y nos va a salvar”, agregó.            

Para el día de hoy domingo 3, después de la misa de 11 de la mañana, se subirá nuevamente a la virgen a su altar.

También es tradición que las velas que se bendicen el día dos se utilicen para que en el día de San Blas, se impongan a la gente como signo de protección y prevenir cualquier mal de garganta, ya que de acuerdo a la tradición este santo socorrió a un niño al que se le atoró una espina de pescado en la garganta, y al tocarlo sanó.  Por eso San Blas es el patrono de los locutores, de los cantantes, de los que predican y de toda persona que utiliza la voz como herramienta de trabajo.

Texto y fotos: Manuel Pool

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