Miles de personas tomaron este sábado las calles de Washington para avisar al presidente electo estadounidense, Donald Trump, que lucharán por los derechos de las mujeres y de los colectivos menos favorecidos y que, a dos días de la investidura, ese nuevo combate no ha hecho más que empezar. La llamada ‘Marcha de las Mujeres’, que en 2017 congregó a medio millón de personas, muy lejos de las 50,000 que se esperan en esta nueva edición, partió de tres plazas de la capital del país con destino final al Monumento de Abraham Lincoln, en uno de los extremos del National Mall.
Se trata de la misma explanada que iba a presenciar los fastos del juramento el lunes hasta que su celebración pasó a ser interior debido a las bajas temperaturas.
Ciudadanos llegados de todas partes de Estados Unidos quisieron reivindicar que la resistencia al segundo mandato del líder republicano no será silenciosa. “Estamos listos para actuar”, se gritó en una marcha que cuando se organizó coincidiendo con el inicio de su primera presidencia, en 2017, marcó un récord de participación.
Krista Falkenstine, de 65 años, acudió desde Colorado expresamente para esta manifestación: “Tengo dos hijas y estoy preocupada por su futuro. Tienen menos derechos de los que yo tuve”, afirma a EFE. En el pasado, sostiene, le daba reparo alzar su voz, pero “ya no”.
La protesta se convocó con el objetivo de servir de “catalizador” de todos aquellos cientos de miles de personas que según la convocatoria se posicionan contra el “fascismo” y defienden entre otros los derechos reproductivos. Entre las coaliciones participantes están Abortion Access Now y Time to Act. Personas de todas las edades salieron a la calle con ese objetivo. Melissa Mungi, nacida en Estados Unidos y de origen filipino, se sumó a la marcha para contribuir a que “la historia no se repita”. Entre los presentes, decepción generalizada de que Trump (2017-2021) vuelva a la Casa Blanca y de que el país haya apostado de nuevo por alguien que, según la joven, no va a ser el presidente de todos.
Según Susan Corbin, que viajó desde California, las clases medias y bajas van a ver degradadas sus condiciones. La nueva Administración republicana, en su opinión, “ayuda a los millonarios, no a la gente de a pie. Y las cosas van a ir a peor”.
Texto y foto: EFE