Cientos de miles de personas de México pintaron con los colores de la diversidad las principales calles de la capital del país, donde una vez más se hicieron visibles, y exigieron a las futuras autoridades inclusión y respeto a sus derechos.
Algunos de los participantes de la Marcha del Orgullo o ‘Pride’ aprovecharon para demandar a la presidenta electa, Claudia Sheinbaum, dar continuidad a la inclusión y la diversidad sexual, en medio de la transición gubernamental histórica que vive el país con la futura primera mujer en la presidencia.
Representantes del comité organizador entregaron a la futura alcaldesa de la Ciudad de México, Clara Brugada, un pliego de peticiones en el que pidieron un Gobierno capitalino y un Estado mexicano que cumplan con proteger la vida y los derechos de la comunidad.
“Recibo esta propuesta, este posicionamiento, estas solicitudes de los organizadores de esta gran movilización que el día de hoy inundó este hermoso Paseo de la Reforma con colores, con alegría y con una exigencia a favor de la vida”, comentó Brugada.
Los colectivos LGTBI se reunieron desde muy temprano en el Ángel de la Independencia, el monumento más emblemático de la principal avenida Paseo de la Reforma, en el corazón de la capital mexicana.
Desde las primeras horas del día los colores que defiende la bandera de la diversidad sexual se hacían notar en sombrillas, lentes, atuendos, abanicos e incluso sobre las fachadas de los negocios que también se pintaron de arcoíris.
Entre los colectivos se encontraron organizaciones que dan seguimiento a casos de desaparición y asesinatos, de la sociedad civil, estudiantiles, representativos de cada estado mexicano, sindicales, empresariales, políticos, así como de personas con discapacidad, población trans y no binaria, entre otros.
El mar de gente inundó las principales avenidas de Paseo de la Reforma, Juárez y el Eje Central Lázaro Cárdenas, hasta llegar al centro de la capital e instalarse en la principal plaza del país, el Zócalo, frente al Palacio Nacional, donde ahora vive el presidente, Andrés Manuel López Obrador.
En esta plancha de cemento se concentraron más de 150,000 personas de la comunidad LGTBI, según cifras del comité organizador del Pride, quienes presenciaron también un concierto para conmemorar un año más de la marcha del Orgullo, con artistas como la reguetonera mexicana Bellakath.
Viajan a la capital por el orgullo
Algunos de los asistentes, como Mariana Tassinari, de 26 años, volaron desde otros estados mexicanos para presenciar la marcha del Orgullo. En su caso, viajó desde Mérida Yucatán, en el sureste mexicano hasta la capital mexicana.
“Yo soy del sur y quise venir aquí porque el Pride de mi ciudad todavía no ha crecido tanto y esperamos que algún día sea como aquí en Ciudad de México”, comentó.
Además, pidió a Sheinbaum más inclusividad y espacios seguros para la gente LGTBI, “donde podamos ser nosotros mismos sin ser juzgados”.
Otro caso es el de Óscar, quien viajó desde Monterrey (norte) para poder vivir su primer marcha del Orgullo en la capital.
Dijo que la marcha es una oportunidad para dignificar la historia de muchas personas de este movimiento, pues sostuvo no es algo nuevo ni una tendencia, así como para defender los derechos de esta comunidad. Reconoció que México también avanzó con la prohibición de las terapias de conversión y pidió a las próximas autoridades mantener el diálogo y la escucha de sus necesidades.
Texto y foto: EFE