Por su singular belleza, ícono de la capital yucateca, el Monumento a la Patria, culmen de Paseo de Montejo, la vía turística más emblemática de Mérida, se gana la admiración de turistas de nacionales y extranjeros, quienes en esta temporada vacacional no desaprovechan la oportunidad de tomarse la foto del recuerdo en las bellezas arquitectónicas de la ciudad.
Esculpido en piedra maciza, el Monumento a la Patria es parada obligada para los visitantes de Mérida. Desde las tradicionales calesas, en su recorrido por la historia de la ciudad, hasta autobuses que estacionan exclusivamente en las inmediaciones del monumento, decenas de turistas acuden diariamente a conocer una de las obras escultóricas modernas más representativas de la ciudad.
Símbolo de mexicanidad
Parejas, familias enteras, grupos de amigos y hasta solitarios turistas no desaprovechan la oportunidad, a cualquier hora del día, para tomarse una fotografía en el símbolo más evidente de la mexicanidad del pueblo yucateco.
Admiración de visitantes
Pese a que actualmente se encuentra en proceso de limpieza y restauración, el Monumento a la Patria es en esta temporada vacacional uno de los atractivos turísticos más recurridos en Paseo de Montejo.
Además de la singular admiración que despierta en los visitantes, el Monumento a la Patria es también punto de encuentro obligado para la sociedad yucateca, desde paisaje recurrido por novios o quinceañeras, bicirutas dominicales, hasta festejos deportivos, así como principio y fin de actividades de la sociedad civil. La obra del escultor Rómulo Rozo Peña, localizada al final de Paseo de Montejo, es una síntesis en piedra del México precolombino, de la opresión española y de la consolidación como país en búsqueda de la modernidad.
– José Villegas
