Antes de tener la actual sede, en sus inicios el sitio cultural realizaba sus actividades artísticas en haciendas y casas particulares
El próximo 5 de noviembre se cumplirán 43 años de la fundación del Museo de la Canción Yucateca A.C., un recinto singular por su género y único en la República Mexicana, que fue concebido por la señora Rosario Cáceres Baqueiro, nieta del creador de la trova yucateca, don Cirilo Baqueiro Preve “Chan Cil”.
“Ella escuchaba que su abuelo cantaba con un grupo de trovadores a fines del siglo XIX y comienzos del XX y decidió que es necesario preservar y difundir la canción tradicional de Yucatán para que las nuevas generaciones no se olviden de ella”, dijo la secretaria del consejo directivo de este museo, Elena Fernández Moral, quien recordó que en sus inicios no tenía una sede y realizaban sus actividades artísticas en haciendas y casas particulares.
Fue hasta 1980, dos años después de su fundación, cuando el gobernador Victor Manzanilla Schaffer autorizó que el acervo cultural de la Institución se exhibiera en los altos de la Casa de las Artesanías, que se ubica junto a la Iglesia de Monjas, y fue hasta el año 2000 que se firmó un comodato para ocupar el predio en Mejorada, que antes funcionó como la escuela “José María Castillo”.
Este edificio fue construido entre 1906 y 1908 e inaugurado como escuela en 1909, remozado y adecuado para ser ocupado por el Museo e inaugurado como tal el 14 de enero de 2001 por el entonces gobernador del estado, Víctor M. Cervera Pacheco.
Por cierto, que las tres esculturas de bronce que se encuentran en el frente del recinto y que representan a Guty Cárdenas, Ricardo Palmerín y Pepe Domínguez, fueron donadas al Museo de la Canción Yucateca A.C. durante la gestión del gobernador Víctor Manzanilla Schaffer, y mientras se contaba con el espacio idóneo para exhibirlas estuvieron un tiempo en Bellas Artes.
Los tres monumentos de tres metros fueron realizados en bronce y son obra del escultor Sergio Peraza Ávila, co-autor con su hermano Humberto según testimonio de los propios autores.
El Museo de la Canción Yucateca, A.C. llamado «Una puerta al mundo de la música romántica» es uno de los más importantes del país por su invaluable acervo, integrado por una galería de óleos que a lo largo de 38 años elaboró el pintor yucateco Alonso Gutiérrez Espinosa, y por donaciones y objetos musicales en custodia, que fueron propiedad de descendientes o familiares de poetas, compositores e intérpretes.
Exhibe retratos al óleo, reliquias y testimonios de los compositores de la entidad, instrumentos prehispánicos, afrocubanos y de la trova yucateca, partituras, medallas y trofeos. Entre las piezas que resguarda destacan la bala que le quitó la vida al músico Guty Cárdenas, una rockola y la partitura original de la canción Peregrina.
En el museo hay también un espacio dedicado de forma especial a los poetas que con su inspiración lograron que la canción yucateca se sublimara al punto de hacerse ejemplar en la poesía romántica de América latina. En esta misma sala se rinde homenaje también a los letristas más afamados que con su arte lograron posicionar a la trova de Yucatán entre los géneros predilectos del público mexicano de los años 30 hasta los 60. Los nombres y efigies de Fernando Espejo Méndez, Rómulo Rozo han sido incorporados recientemente.
No se pierda la oportunidad de visitar el Museo de la Canción Yucateca, el costo de la entrada general es de 50 pesos y de 25 para estudiantes y adultos mayores con credencial Inapam.
Texto y fotos: Manuel Pool
