¡No debe jugar!

Santiago Pell
santiagopell2015@gmail.com

Novak Djokovic no debería jugar este próximo Abierto de Australia. A lo largo del año pasado ha hecho las cosas completamente mal, desde su incompetente decisión de no vacunarse contra el COVID-19, presentarse en eventos de Belgrado, armar un escándalo mundial queriendo ponerse como víctima ante los medios de comunicación por supuestos “malos tratos” del gobierno australiano, hasta sus errores de documentación para entrar a dicho país.

El día de ayer el tenista húngaro, Marton Fucsovics, declaró lo siguiente:

“La salud de las personas es primordial, hace mucho tiempo se dijo que todo aquel que quisiera disputar el torneo tendría que estar vacunado. Djokovic no lo hizo, así que no creo que tenga el derecho a estar aquí”; así como él hay muchísimos periodistas y atletas que han criticado sin pelos en la lengua las acciones de Nole. Ser el mejor del planeta y máximo ganador del Australian Open no te exime de la obligación a estar vacunado para participar en el certamen.

¿Una exención médica, es enserio, solo eso basta para tener el permiso de jugar? Las reglas del torneo han sido claras, ninguna raqueta podría entrar a Melbourne Park si no tienen las dosis suficientes; las exenciones médicas se dan en casos raros y muy especiales. Lo de Djokovic no es más que un capricho que tiene desde el inicio de la pandemia y ahora ha sufrido las consecuencias, pero por el momento lamentablemente se está saliendo con la suya. Ya lleva días entrenando y todo parece que este próximo lunes 17 de enero estará defendiendo su título en las canchas duras de Australia. Sin embargo, no todo está perdido para los que exigimos que se haga justicia en el deporte, pues los altos cargos gubernamentales del país oceánico continúan considerando su posible anulación de visado y posterior deportación. Ojalá así sea porque sería una clara muestra para entender que cualquiera debe seguir las normas al pie de la letra y en especial en el caso de una figura pública como lo es Novak; al ser #1 del mundo es él quien tendría que poner el buen ejemplo y no actuar de forma contraria buscando saltarse las reglas.