Obama se despide con una defensa de la inmigración

LIMA.- En casi todos sus 52 viajes por el mundo, Barack Obama dedica un rato, dos horas, a dejar de ser presidente de Estados Unidos para convertirse en un motivador de jóvenes único. La embajada de Estados Unidos local junta a un par de millares de universitarios o emprendedores, y el presidente les lanza un discurso breve y después se quita la chaqueta para contestar preguntas elegidas al azar entre centenares de manos alzadas. Mientras habla, pasea por el escenario con un carisma difícil de igualar por ningún otro político. Este año, en Latinoamérica, lo hizo en Buenos Aires y en Lima. Pero Lima era especial: “Esta es la última parada de mi último viaje como presidente de Estados Unidos”, arrancó el presidente. Obama se despide del mundo. Y eligió hacerlo de una manera muy simbólica, rodeado de jóvenes de toda Latinoamérica, 100 de ellos becados para estudiar en EU y reunidos en la Universidad Católica de Lima para la ocasión.

Más de 20 mil jóvenes latinoamericanos han pasado por ese programa de becas para emprendedores promovido por Obama, llamado “jóvenes líderes de las Américas”. Y en ese ambiente de mezcla de razas, de países, de lenguas, en inglés con acento latinoamericano, entre los jóvenes y el presidente lanzaron una emocionada reivindicación de la emigración, de la mezcla de razas, de culturas. Y de ese país de emigrantes, EU, que triunfó precisamente por serlo. “Mi padre nació en Haití y se fue a Las Bahamas. Pero a usted no le perdonan que no sea nativo.

A mí tampoco”, le decía un joven. “Mi padre nació en Cuba y se fue a EU. Le fue muy bien gracias a que tuvo las puertas abiertas, pero ahora quieren cerrarlas”, le decía otro.

El País

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