Obismo auxiliar urge a proteger la iglesia de Uayma

La arquidiócesis de Yucatán solicitó la intervención del Gobierno del Estado y de las autoridades del INAH para intervenir en el ex convento de Santo Domingo de la población de Uayma, debido a que los rosetones de esta icónica estructura se están desprendiendo y se podría perder parte de esta presencia arquitectónica.

El Obispo Auxiliar de la Diócesis, Pedro Mena Díaz, señaló que la estructura fue intervenida hace aproximadamente 15 años, cuando se acondicionaron los rosetones, pero debido a la humedad, algunos de ellos se han despegado, ya no se sostienen y podrían desprenderse y causar algún accidente.

Mena Díaz, integrante de la Comisión de Arte Sacro de Yucatán, arquitecto de profesión y Prelado de la arquidiócesis, señaló que el ex convento de Santo Domingo es una construcción del siglo XVII.

A unos 190 kilómetros de Mérida, Uayma es una población de 3 mil 700 habitantes al oriente de la Yucatán, y la particularidad de este templo son los colores vivos y los rosetones que adornan sus paredes, fachadas y campanarios, obra realizada por trabajadores mestizos.

Explicó que el daño estructural no es grave, porque se ha mantenido la impermeabilización de techos, pero la presencia arquitectónica del ex convento corre el riesgo de irse perdiendo debido a que la humedad, el sol y el salitre dañan la estructura y en este momento se podrían perder los ornamentos de esta importante construcción.

Uayma, población maya que perteneció al cacicazgo Uaymil, se establece que fue un asentamiento que se inició unos 300 años antes de la llegada de los españoles a la península.

Uayma en maya significa “aquí no”; y según el Diccionario Maya-Cordemex, “agua junto al árbol”.

Es un poblado considerado histórico, fue uno de los puntos donde se vivió la denominada Guerra de Castas que confrontó a los mayas con los grupos de españoles conquistadores (1847-1901). Según se establece en hechos históricos, el convento fue saqueado e incendiado en una revuelta en 1874 y reedificado en 1891.

Texto y foto: ACOM

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