Gran expectativa genera entre la ciudadanía campechana el avance que tiene la construcción de la infraestructura que utilizará el Tren Ligero a lo largo de más de 15 kilómetros del recorrido que realizará saliendo del Centro Histórico, para interconectar el aeropuerto con el Tren Maya.
Algunos de los puntos de interés por los que cruzará este moderno transporte son la Novia del Mar, los barrios de Guadalupe y San Francisco, la exestación de Ferrocarril Heroes de Nacozari, Siglo XXI, entre otros.
En un recorrido realizado por el equipo de Peninsular Punto Medio ayer viernes, se pudo apreciar a las cuadrillas trabajar en los paraderos del malecón, mientras que a partir de la exestación del ferrocarril, ya se han levantado las antiguas vías, y poco a poco avanza la construcción de la plataforma sobre la que correrá el moderno transporte.
Se espera que este proyecto de electromovilidad, que ha anunciado la gobernadora Layda Sansores y que será inaugurado por la presidenta Claudia Sheinbaum el 30 de abril, se convierta en un atractivo de la ciudad, que incentive la actividad turística y que favorezca el aumento de viajeros desde y para el Tren Maya.
De hecho ayer, al consultar la disponibilidad de espacios en el Tren Maya, fue grato constatar que eran muy poquitos los lugares que quedaban para salir hacia Mérida en los tres vagones.
Como se ha publicado, en este proyecto, en el que se invierten en cuatro mil 200 millones de pesos, contará con 14 estaciones y cinco trenes con doble articulación con capacidad para 300 personas cada uno. Importante es destacar que interconectará con el sistema de transporte Ko’ox, que contará con varias rutas y cuyas unidades ya se encuentran en exhibición en el centro de convenciones.
Con estas unidades de la marca Yutong, se integra una red troncal que conectará áreas clave de la ciudad con rutas secundarias. Estos autobuses además de que cuentan con aire acondicionado, tienen acceso universal para personas con discapacidad, sistema de videovigilancia y botones de pánico conectados al C5.
Texto y foto: Manuel Pool