Como parte de las acciones complementarias del proyecto del Tren Maya, el Gobierno Federal desembolsó unos 300 millones de pesos para la rehabilitación de fachadas y rescate del patrimonio cultural del centro histórico.
El Gobierno del Estado lo usó a su antojo, o al menos dijo que lo usó en unas cuantas calles del primer cuadro de la ciudad. Otras arterias, con casonas de igual y mayor gravedad en su estado de conservación, no fueron consideradas ni tomadas en cuenta y su deterioro continuó.
Ello a pesar que algunos edificios más modernos, pero ubicados en la zona patrimonial, sí se intervinieron, entre ellos algunos que son propiedad de funcionarios morenistas del Gobierno del Estado, cuya intervención no era requerida con la urgencia de edificios que no se tocaron.
Hace unos días dimos a conocer que, por la falta de rehabilitación, casonas históricas del centro histórico continuaban cayendo a pedazos por el reblandecimiento debido a la temporada de lluvias.
El jueves pasado, la casa ubicada en la esquina de la calle 51 entre 12 y 10, perdió un pedazo del balcón, que se desplomó al suelo, aunque de milagro sin provocar accidentes a los transeúntes que caminaban por la arteria. El área fue acordonada para advertir del riesgo y evitar accidentes.
Sin embargo, el viernes pasado se registró otra casona a punto de colapsar, ahora sobre la calle 12, entre 59 y 61.
Texto y foto: Agencias




