¿Padeces de sensibilidad dental?

Si cada vez que ingieres bebidas frías o calientes o cuando comes algo dulce, sientes una punzada breve pero aguda, entonces padeces sensibilidad dental. También conocida como hipersensibilidad dentinaria o dental, se trata de un problema bastante común, de hecho, el 33 por ciento de la población lo sufre. Pero su solución es sencilla y está a tu alcance si le dedicas la atención que merece.

La hipersensibilidad es, por lo general, temporal y se reduce rápidamente. En aquellas ocasiones en que es muy severa y persistente se requerirá un tratamiento odontológico especializado. Ten en cuenta que este problema dental tiene una incidencia aún mayor entre las personas de entre 20 y 40 años y tiende a afectar más a las mujeres que a los hombres.

Causas 

En primer lugar, y para entender por qué se produce la sensibilidad dental, hay que conocer la morfología de nuestros dientes. Cada pieza dental está compuesta por tres partes básicas. En la zona más profunda encontramos el nervio. Sobre él, protegiéndolo como si de un caparazón se tratase, se encuentra la dentina.

Ésta, a su vez, está recubierta por el esmalte. Puesto que el esmalte no posee terminaciones nerviosas, la sensibilidad dental se producirá cuando la dentina quede expuesta.

Básicamente las causas de la sensibilidad son cuatro:

1) En primer lugar, la abrasión, o lo que es lo mismo, la pérdida del esmalte por el roce de un objeto. El motivo más común es una incorrecta técnica de cepillado. Un cepillado de dientes brusco o agresivo puede provocar una recesión o pérdida de las encías y que la zona cervical del diente –el cuello– quede al descubierto.

2) En segundo lugar se encontraría la atricción o el desgaste exagerado producido por el contacto diente con diente, ejemplo de ello puede ser el bruxismo –apretar los dientes de manera voluntaria o involuntaria–.

3) La erosión sería el tercero de los motivos causantes de la hipersensibilidad. Los agentes químicos causantes de la erosión de esmalte dental pueden encontrarse en dietas ricas en alimentos con una elevada acidez, en ciertos productos que se utilizan en los blanqueamientos o en los ácidos gástricos. En este sentido, es frecuente encontrar casos de sensibilidad dental puntual en enfermos de bulimia o en mujeres embarazadas que manifiestan vómitos recurrentes durante el período de gestación.

4) Por último, ciertos procesos odontológicos como la ortodoncia pueden ser la causa de la recesión gingival o de encías que, a su vez, desembocaría en la sensibilidad.

Existe la falsa creencia de que otros procedimientos, como la limpieza bucodental o el tratamiento periodontal también provocan la pérdida de encías y, por tanto, hipersensibilidad. En este punto es preciso aclarar que el causante de la sensibilidad es el sarro acumulado en el cuello de los dientes que, tras su eliminación por parte del odontólogo, puede dejar al descubierto la zona cervical.

Tratamiento

“Estudios médicos recientes aseguran que el 75 por ciento de las personas que padecen hipersensibilidad no utilizan un dentífrico específico para ello. Sin embargo, un gel apropiado puede aliviar de manera instantánea y duradera la sensibilidad”, asegura el doctor Héctor Suárez Díaz, odontólogo y especialista en Salud Oral de la clínica Navas Dental de Alicante.

Y añade, “los dientes sensibles pueden ser indicio de otros problemas dentales que necesitan de la intervención de un dentista como, por ejemplo, la caries. Por ello, siempre recomendamos la visita a un especialista que diagnostique la causa de dicha sensibilidad y que dé al paciente el tratamiento adecuado”.

Muchos de los agentes sellantes que se emplean para solucionar el problema de la sensibilidad dental se encuentran en enjuagues, geles o dentífricos que pueden ser aplicados por el propio paciente sin necesidad de recurrir a un especialista. Sin embargo, otros productos y tratamientos más efectivos para solucionar la hipersensibilidad sólo pueden ser aplicados por un profesional.

Existen casos especiales en los que la caries o el cepillado incorrecto provocan tal erosión y desgaste del cuello del diente que es necesario llevar a cabo un empaste que produzca el sellado permanente de la pieza. Esto evitará la hipersensibilidad y, además, mejorará la estética de la sonrisa del paciente pues el diente recuperará su forma y aspecto originales.

Si ninguna de estas técnicas funciona de manera satisfactoria, el odontólogo realizará una endodoncia, es decir, desensibilizar el diente de una forma permanente mediante la eliminación del nervio.

En cualquier caso, lo recomendable es realizar una visita al odontólogo cada seis meses o un año para que él compruebe la evolución de la zona tratada. Y al contrario de lo que muchas personas puedan pensar, el coste económico de un tratamiento para aliviar la sensibilidad dental en un centro odontológico es mínimo para el paciente.

Entre las recomendaciones para evitar la hipersensibilidad dental se encuentra la realización de un cepillado de dientes correcto. Para ello es importante seguir las recomendaciones de tu odontólogo.

El doctor Héctor Suárez aconseja: “lo principal es no realizar nunca movimientos horizontales, hay que cepillar de manera circular y usando un cepillo de cerdas que preferiblemente no sean duras y que esté en buenas condiciones, es decir, que sea renovado cada tres meses aproximadamente”.

Alimentos a evitar si sufres sensibilidad 

Puesto que una dieta rica en alimentos de elevada acidez es, en parte, causante de la hipersensibilidad, llevar a cabo una alimentación sana y equilibrada en la que no se abuse de, por ejemplo, tomates frescos, cítricos y bebidas carbonatadas ayudará a reducir y mejorar el malestar provocado por la sensibilidad dental.

Agencias

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