WASHINGTON, D.C.-
Los candidatos Donald Trump y Hillary Clinton llegarán a su tercer y último debate en medio de una renovada ola de ataques ante nuevas revelaciones personales que han opacado la discusión de temas sustantivos, a tres semanas de las elecciones.
Este escenario pareciera anticipar que el encuentro cara a cara entre los dos principales candidatos a ocupar la Casa Blanca podría enfilar en la misma dirección que tomó el segundo debate, celebrado la semana pasada en St. Louis Missouri.
Para muchos observadores y analistas ese debate se redujo a un desagradable, hostil y por momentos vulgar espectáculo donde la civilidad estuvo ausente desde el primer momento en que ambos candidatos salieron al escenario y rehusaron saludarse de mano.
Para Trump, el debate de mañana miércoles en Las Vegas, Nevada, ofrecerá la última oportunidad para generar mayor tracción en su campaña y llegar a la cita del 8 de noviembre mejor posicionado.
La mayoría de las recientes encuestas de opinión han colocado a Trump en desventaja frente a Hillary Clinton, quien se pudo haber visto beneficiada por la reciente controversia provocada por los comentarios sobre las mujeres hechos por el republicano hace poco más de 10 años.
–Excélsior