Tras mes y medio de relativa calma en las comunidades tzotziles de Magdalena Aldama, se reactivó la lluvia de balas procedente de francotiradores, presuntos paramilitares, apostados en distintos poblados de Santa Martha, en el municipio de Chenalhó, Chiapas.
Según reportaron desplazados del municipio de Aldama, a las 15:50 horas las comunidades de Tabac y Coco’ fueron atacadas con “disparos de altos calibres percutidos por grupos armados, que provienen de los puntos de ataque de la Base de la Policía y Curva Tontik en Saclum, Chenalhó”. La agresión se repitió a las 20:24 horas.
El motivo de este pasajero “respiro” es que el 25 de junio se desató un conflicto, a tiros, entre los propios grupos civiles armados en Santa Martha. Desde entonces, los pobladores de Aldama observan tiroteos en la comunidad de la cual los separa una gran hondonada (el territorio en disputa). Incluso hubo un ataque al comisariado ejidal, uno de cuyos miembros murió en los hechos.
Para las comunidades agredidas de Aldama se trató de la primera vez en tres años que no fueron baleadas por un añejo conflicto agrario que entró en fase crítica hace ya cinco años. Los representantes de las 12 comunidades Beneficiarias de las Medidas Cautelares 284-18 de la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos (Cidh) y de la Comisión Permanente de los 115 Comuneros y Desplazados de Magdalena Aldama expresaron en días pasados:
“Desde hace cinco años nuestro pueblo vive una crisis humanitaria y económica tras ser agredidos por grupos armados que operan en Santa Martha, del municipio de Chenalhó, por disputa de 60 hectáreas; ello ha llevado a nuestro pueblo a la pobreza, migración de muchas personas por no poder trabajar en sus parcelas y también se han perdido las cosechas por el abandono a consecuencia de las agresiones.
Texto y foto: Agencias