El líder de la CROC se ha dedicado a luchar por los derechos de los obreros y campesinos, pero ahora confía en que un joven dirigente quiera relevarlo
Contrario a dirigentes sindicales que nunca se jubilaron, Pedro Oxté Conrado confía en que un joven dirigente quiera relevarlo, ya que él quiere dedicarse a su familia. “He tenido tres divorcios y con esta labor se descuida mucho a la familia”.
¿Podría ser su último período?
Creo que llegó el momento del relevo. Desde hace 5 años lo propuse y en las asambleas me mantienen, es bueno que me dicen “estamos funcionando, para qué cambiar”. Pero como dirigente se descuida mucho a la familia y quiero disfrutarla. Veo una buena generación de jóvenes que es asesorarlos, enseñarlos, para que ellos sigan la labor sindical.
¿Cómo se inició en el sindicalismo?
Era gasero y nos exigían como trabajadores. Trabajábamos más de 8 horas y no había hora extra. Entraba de 7 de la mañana a 7 de la noche y junto con otros compañeros en las noches nos escogían para los tanques estacionarios, fue entonces que nos rebelamos e intentamos hacer un sindicato. El trabajo de los tanques estacionarios estaba muy pesado, no se usaba grúa, con sogas, los yucatecos sin ser ingenieros no las ingeniábamos para realizar esta labor.
¿Qué fue lo más difícil para formar el sindicato? Ya que no era del agrado de los empresarios…
No en la primera la logramos, fueron varios intentos. Siempre habían leales a las empresas que delataban y evitaban que se concrete. En una de esas ocasiones me descubren como uno de los dirigentes, así que mi papá tuvo que intervenir para que no me sacaran de la empresa. Me humillaron, me dio coraje. Al poco tiempo se volvió a organizar un grupo con la inquietud y me dijeron que si los apoyaba y les comenté que no, porque nunca falta el traidor y nos expone a todos. Me insistieron porque sabían de mi experiencia, así que les dije que sí le entraba, pero iba a ser a mi manera. Para ello, en las 3 plantas gaseras que había en el estado necesitamos que en cada una 7 estén de acuerdo, para juntar a 21 personas, y se interesaron 25. Pero nuevamente el gerente se enteró y lo mandó llamar. Le recordó que esperaba que no esté metido en esto, ya que anteriormente no lo despidieron, por lo que él iba a ser su oído y vista de todo lo que vea.
¿En esta ocasión sí logran formarlo?
Debido a la experiencia nos volvimos más discretos. En 1970 constituimos el sindicato. La asamblea se realizó en la calle 65 x 38 por la Iglesia de Lourdes, un compañero tenía un patio grande y allí nació el gremio. No era fácil formar un sindicato, era la época del líder Efraín Calderón, los empresarios no querían sindicatos y despedían a las cabecillas para detener los movimientos.
¿Cómo se afilian a la Croc?
Nosotros queríamos ser independientes, de hecho nos estaba yendo bien, pero por control político era obligación afiliarse a la CTM. Si no lo hacíamos nos iban a parar el registro, así que nos afiliamos, pero nunca conocí al dirigente de la CTM. Solíamos marchar solos y empezamos a tener una buena fuerza, empezamos a analizar centrales obreras y teníamos mucha simpatía con la Croc, que la fundó el Sindicato de Cerveceros, así que nos unimos a ellos.
¿Cómo comienzan a tener fuerza?
Apoyamos varias huelgas, la de un hotel, restaurante y la del Monte de Piedad, entre otras, los sindicatos comenzaron a darse cuenta que exigíamos nuestros derechos. Parábamos nuestros camiones gaseros en apoyo a los sindicatos en paro y de inmediato nos querían quitar y les indicábamos que esto era algo laboral no civil, no podían levantarnos.
Hace más de 10 años hubo una desbandada, ¿a qué se debió?
Lo que sucedió fue que los refresqueros me pidieron que la diputación que daba el PRI debía ser para el grupo de ellos. Les dije que sí, pero me piden una terna y al final de cuentas el Gobernador decidía y no favorece al líder refresquero, por lo que se molestan ellos conmigo, pensando que hice mano negra. Deciden salirse de la Croc.
¿Satisfecho con lo realizado en la Croc?
Sí. Llegamos a tener 260 organizaciones, aunque decidimos depurar el padrón, ya que nos dimos cuenta que muchos solo se afiliaban durante las elecciones para alguna aspiración y nunca más los volvíamos a ver, y ahora somos 140, somos una organización muy fortalecida.
Texto: Darwin Ail Baeza
Fotos: Cortesía