Peregrinos cumplen a la Virgen morena

A pie, en bicicleta o en vehículo automotor miles de personas arriban al Santuario Mariano de San Cristóbal para visitar a la Virgen de Guadalupe; algunos relatan sus vivencias de devoción y fervor de estos días

En su homilía en la misa dedicada a las Hermanas de la Luz en las primeras horas de ayer 12 de diciembre, el obispo auxiliar de Yucatán, Monseñor Pedro Mena Díaz, hizo un llamado para que la devoción y amor por la Virgen de Guadalupe se transforme en fraternidad, para profundizar en la fe, vivir en la justicia y la caridad, y de esta manera buscar la paz. 

“La paz vendrá a nuestro México si verdaderamente nos amamos los unos a los otros, sin odio, rencor ni soberbia; el camino de la soberbia nos aparta de Dios, pero la humildad nos une a él”, recalcó el prelado, quien de esta manera hizo un llamado para ser solidarios, y vivir todos como una misma familia.

Y esta petición fue escuchada por muchas familias que desde temprana ahora hicieron un gran esfuerzo para apoyar, de manera solidaria, a los antorchistas y ciclistas ofreciéndoles alimentos a su paso por las colonias de Mérida, o de municipios aledaños como Kanasín, esto en su retorno a su hogar después de haberle cumplido a la Virgen de Guadalupe la promesa de ofrecerle este sacrificio por agradecimiento o por la salud de algún ser querido.

“Mi mamá, María Margarita, ya fallecida, comenzó esta tradición desde hace muchos años, y nosotros seguimos haciendo un homenaje a su memoria también ayudando a los antorchistas, dándoles aunque sea un vasito de arroz con leche pero lo hacemos con mucho cariño”, manifestó Jorge Alberto Puch, quien junto con su esposa, su cuñada y sus hijos se encargaron de repartir este sabroso postre, inclusive al público en general para festejar a la Virgen de Guadalupe en su día.

A lo largo de la jornada por las calles se escuchaban cánticos guadalupanos, y en diversas empresas se suspendieron las actividades cotidianas para invitar a los colaboradores y a sus familias a participar en las misas que se ofrecieron en honor a la Guadalupana.

En San Marcos Nocoh, la familia Poot Alonzo se encargó de arreglar el patio de maniobras de su encierro de autobuses para instalar un altar en el que ofició la misa el parroco de Corpus Christi, José Francisco Basto Aguilar, quien en su mensaje pidió a la Virgen Santísima por la unidad de todos, para ayudarse mutuamente y socorrerse. 

“Todos somos hermanos en el camino del Señor y estamos llamados a seguir a María”, señaló el religioso, quien llamó a la reconciliación, a la vez que pidió no olvidar que todos en la tierra vamos en camino al encuentro definitivo con Dios.

Al finalizar la ceremonia litúrgica, el padre Basto Aguilar se dijo muy contento de tener la oportunidad de regresar a la parroquia ubicada en la colonia Bojórquez, después de 52 años de haberla atendido, lo que constituye una razón más para agradecer a la Virgen de Guadalupe. 

Por su parte, el gerente de la empresa Turistetiz, Andrés Poot Alonso, acompañado de su padre el señor Lorenzo Poot, comentó que para los transportistas y operadores es una tradición agradecer cada año a la Guadalupana, por el trabajo y la salud, especialmente cuando pasan largo tiempo en las carreteras. 

De hecho comentó que es costumbre en la empresa también oficiar una misa a la Virgen el día 13, ya que la mayoría de los operadores, el 12, tienen servicios y muchos viajan inclusive a la Basílica de la Ciudad de México y otros acompañan a los fieles en las caminatas y carreras de antorchistas en poblaciones y ciudades cercanas, por lo que terminan su labor hasta la medianoche o entrada a la madrugada del día siguiente.

“En estos días hay mucha actividad porque desde que inicia el mes de diciembre y hasta el día 12 hay traslados relacionados con las actividades en honor de la Virgen y después una vez que inicien las vacaciones mucha gente acostumbra a viajar y también incluye a la basílica de la Ciudad de México en sus recorridos para luego regresar el día 23, pero también hay quienes a partir del 26 y hasta el día 30 hacen viajes cercanos”, comentó el empresario, quien al finalizar la misa invitó a los presentes a degustar unos tacos de relleno negro de pavo con su respectivo refresco. 

En el barrio de San Cristóbal, a lo largo de la jornada, la afluencia de visitantes al Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe fue constante, como ocurrió en días previos y seguirá ocurriendo en días posteriores, con la presencia de muchos fieles que llegaron desde diversos puntos de la península para estar frente a la imagen de la morenita, haciendo un esfuerzo grande, pero con fe, para manifestarle su confianza y poner en sus manos todas sus preocupaciones y aflicciones. 

En los alrededores del recinto descansaban numerosos antorchistas después del recorrido de muchos días, retornando de ciudades como Villahermosa y Escárcega, en motocicleta o bicicleta, llevando a cuestas imágenes de la Guadalupana con un peso de hasta 25 kilos, lo que complicaba la estabilidad.

Pero no contar con alguno de estos vehículos no fue impedimento para demostrarle amor y agradecimiento a la morenita del Tepeyac, y ejemplo de esto nos lo dio una familia de la comisaría meridana de Dzununcán y de Kanasín, que desde el día 4 diciembre salieron caminando con la imagen de bulto de la Virgen a cuestas rumbo a Halachó, población de la que emprendieron el camino de regreso para llegar a las 8 de la noche del 11 de diciembre a San Cristóbal. 

Exhaustos pero satisfechos, don Pastor Escobedo Cocom, su hijo Julio y su sobrino Luis Alberto rememoraron cómo fue este recorrido de siete días, y las peripecias que experimentaron, incluyendo una situación inesperada y triste.

“Llegando a Halachó se desfondó mi virgen, yo le dije: Tú sabes si quieres regresar, yo voy a hacer todo lo posible, y afortunadamente salió un muchacho que me la reparó poniéndole yeso a la base”, relató con lágrimas en los ojos don Pastor, que en este día cumplió 30 años de realizar estas caminatas  en honor a la Guadalupana. 

Otra de las situaciones difíciles que enfrentó este peregrino fue enterarse hace cuatro días, durante su recorrido, del fallecimiento de su padre.

Cabe destacar que la imagen de la virgen en cuestión, elaborada en fibra de vidrio, fue reparada con yeso, por lo que aumentó 10 kilogramos de peso e hizo más difícil el recorrido, pero don Pastor hizo todo lo posible para regresar con ella porque desde hace muchos años la tiene en su domicilio y en estas fechas la saca para que le acompañe en su peregrinar. 

Su hijo Julio, quien es conocido en las redes sociales como “El Guanaco”, comentó que desde hace años realiza esta manda en agradecimiento a la Virgen de Guadalupe que le permitió volver a caminar, ya que sufrió una picadura de mantarraya por la que estuvo a punto de perder la pierna.

“Un año no caminé, estuve en terapias, como no teníamos recursos económicos mi papá me ayudaba con los ejercicios Pero afortunadamente ya lo supere”, contó este joven que compartió que entre sus objetivos se encuentra construirle a la Virgen de Guadalupe una capillita en su hogar y también viajar el próximo año a la Basílica y aprovechar la oportunidad para documentar lo que se vive durante la travesía.

Al  mediodía, el segundo obispo auxiliar de Yucatán, monseñor Mario Medina Balam, celebró la misa por la solemnidad del día; por la tarde, el arzobispo de Yucatán, monseñor Gustavo Rodríguez Vega ofició la misa pontifical, y finalmente, a las 8 de la noche el arzobispo emérito de Yucatán, monseñor, Emilio Carlos Berlie Belaunzarán, la misa de acción de gracias.

Texto y fotos: Manuel Pool