La Secretaría del Trabajo y Previsión Social de Yucatán otorgó el reconocimiento como Empresa Segura primer nivel a la planta de Acopio perteneciente a PetStar, al mantener la meta de cero accidentes durante 3 años consecutivos mediante la generación de un ambiente seguro y sano a todos sus colaboradores.
Ubicada en la ciudad de Mérida, la planta de Acopio de PetStar recibió dicho reconocimiento de manos de José Ricardo Béjar Herrera, Delegado Federal del Trabajo en Yucatán, debido al cumplimiento de la normatividad que dicta la Secretaría del Trabajo y Previsión Social y adquirido voluntariamente bajo el Programa de Autogestión en Seguridad y Salud en el trabajo (PASST).
PetStar forma parte del compromiso de sustentabilidad de la Industria Mexicana de Coca Cola, siendo uno de sus accionistas Bepensa, un importante grupo empresarial fundado en la península de Yucatán hace siete décadas y que hoy en día es reconocido como el más grande e importante del sureste mexicano al contar con cinco unidades de negocio, una fundación y más de 15 mil colaboradores.
A través de la línea de acción medio ambiente, Fundación Bepensa apoya al reciclaje en la Península de Yucatán con los programas REQPET, que desde que inició hasta la fecha ha recolectado 386,712 Kgs de PET equivalente a 15 millones de envases de Pet; y Centros de Acopio Pet Costeros, recolectando 29,686 kgs de Pet.
PetStar cuenta con ocho centros de acopio, uno de valorización de subproductos, además de tener la planta de reciclado de PET grado alimenticio más grande del mundo; generando 1,000 empleos directos y 24,000 indirectos.
La planta de acopio de PetStar en Mérida logra recuperar aproximadamente 5 mil 900 toneladas de botellas de PET al año; que son enviadas a su planta de reciclaje en Toluca, Estado de México para convertirlas en resina reciclada de PET grado alimenticio de alta calidad con un enfoque de responsabilidad social. La empresa es además un ejemplo de Economía Circular debido a que su proceso está integrado desde la recolección de la botella hasta su incorporación en envases nuevos con contenido reciclado; generando un triple impacto positivo que se capitaliza al 100% en México: ambiental, social y económico.
