Pleito interno por el control de Morena debilitará al partido

El representante de Morena ante el Instituto Nacional Electoral (INE), Carlos Suárez, advirtió que la disputa interna por la dirigencia nacional de ese partido está debilitando ya esa fuerza política, por lo que consideró una “estupidez” pedir su renuncia por presuntas fallas.

“En el fondo ellos pretenden llegar a manejar al partido como presidentes del Comité Ejecutivo Nacional (CEN), pero que lo hagan en una elección limpia. Lo que están tratando de hacer desde mi punto de vista es debilitar a Yeidckol, pero están debilitando al partido”, advirtió.

La víspera, el Consejo Nacional de Morena analizó el conflicto por la falta de instalación y operación del Instituto Nacional de Formación Política (INFP), que dirige Rafael Barajas, “El Fisgón”, quien denunció presuntas obstrucciones de la presidenta Yeidckol Polevnsky y de la representación de Morena ante el INE.

Por eso el Consejo avaló por mayoría solicitar al CEN que “analice, destituya y nombre” a otro representante.

En entrevista en el INE, Suárez advirtió que él no se irá porque no incurrió en ninguna falta e insistió en que su labor es sólo fungir como abogado del partido y analizar asuntos jurídicos, no políticos.

Lo que pasa es que “son dos grupos políticos que están en pugna. Si un grupo político está en favor y otro en contra, que se peleen entre ellos yo no voy a entrar al pleito de ellos”.

Expuso que el Consejo no tiene facultades para aprobar esa supuesta remoción, pero lo platicó hoy con Polevnsky, quien le manifestó su apoyo pues efectivamente esa es facultad del CEN que ella preside.

Además “tengo yo derecho a ser escuchado y ni siquiera me avisaron ni que iban a tratar ese punto en el orden del día… esa honorabilidad que cuestionan yo les podría decir a todos ellos que si encuentran un solo acto, uno sólo en que yo no hubiera cumplido con la honorabilidad yo renuncio al cargo”, amagó.

“Yo –agregó— no estoy peleando ningún cargo. Es más no tengo ninguna pretensión ni política, ni económica porque mi situación aquí en el INE no gano un solo centavo, no gano absolutamente nada”.

Por otra parte, a un año de las elecciones de 2018, los cuatro principales partidos derrotados no logran reponerse. Aunque ha hecho del Senado su principal dique frente al gobierno de Andrés Manuel López Obrador, la oposición aún es exigua y vulnerable a las divisiones internas, por lo que poco puede hacer ante el apoyo que tiene el Presidente, dijeron expertos.

Coincidieron en que, en democracia, a la oposición representada por el PAN, PRI, PRD y Movimiento Ciudadano sólo le queda insistir, fortalecer sus argumentos y esperar que un desgaste del gobierno y su partido les permita aumentar sus bonos. El partido del Presidente, representa 61% de la Cámara de Diputados 53.9%, el PAN no cuenta con sus 10 gobernadores como contrapeso al Ejecutivo.

Texto y foto: El Universal

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