Por qué las guerras

Mario Barghomz
mbarghomz2012@hotmail.com

Desde el principio de los tiempos (tiempo antropológico o mítico) las guerras y disputas siempre han estado presentes en el entorno y devenir del hombre. La sobrevivencia misma de las primeras hordas y clanes humanos, implicó el ataque, la defensa o huida, enfrentando situaciones de vida o muerte.

Se disputaban alimento, la pertenencia o el territorio. La identidad era tema también de disputa, pertenecer a un determinado clan o tribu. El nomadismo, los escasos recursos y el ambiente determinaban el ánimo guerrero de quien debía pelear por su vida. Los primeros asentamientos del hombre primitivo tampoco garantizaron nunca la paz humana. 

Con el nacimiento de las primeras culturas también se formaron (mediante guerras, saqueos, disputas y la consecuente esclavización) los primeros imperios: Persia, Egipto, Siria, Babilonia… Posteriormente surgió el imperio de la civilización griega (S. XIII a.C.) que masacrara e incendiara Troya en una de las guerras más cruentas, largas y épicas de la historia de la humanidad, como cuenta Homero en la Ilíada.

La guerra de Troya fue una guerra mezquina sembrada en la vanidad y la envidia de tres diosas: Hera, Atenea y Afrodita que se disputaron la “manzana de la discordia” con que Eris (diosa de la discordia) las había confrontado.

Más tarde (y lejos del mito) Alejandro Magno (griego-macedónico) se apoderaría de más de la mitad del mundo de aquella época (S.IV a.C.). Muerto Alejandro, en el año 146 a.C., Roma invadiría Grecia. Lucio Mummio, cónsul romano, actuaría brutalmente contra Corinto, como antes los griegos lo hicieron contra Troya. Este acontecimiento le daría nombre (porque también las guerras nombran épocas) a la década siguiente en Occidente: la Cultura Grecolatina.

Roma, como antes el imperio macedónico de Alejandro, sometería a la mayor parte de los pueblos en el planeta. En la Edad Media serían los hunos bajo las órdenes de Atila, quienes invadirían al Imperio Romano (el azote de Dios, le llamaban a Atila). Y en el año 711, los árabes siguieron invadiendo Europa, sobre todo estableciendo califatos y emiratos en la Península Ibérica, hoy España, hasta que en 1492 fueron finalmente rechazados por los reyes católicos. Los españoles vivieron 800 años de invasión y dominio musulmán, lo que aún hoy se nota en su demografía, arte y cultura.

Fueron estos mismos españoles los que en esa misma fecha de expulsión musulmana y hasta el año de 1521, sometieran a México durante 300 años (hasta 1810) de Colonia y exterminio.

Europa apenas respondería durante el Oscurantismo con las Cruzadas, guerras envestidas de un falso espiritualismo religioso para invadir Jerusalén.

Las Cruzadas, como toda guerra, fueron guerras irracionales y ambiciosas en pro de intereses de odio (religioso-homofóbico) y mezquindad. La iglesia no fue ajena a las guerras por el poder y la pertenencia dentro de los mismos territorios de Italia, Francia, Alemania, España e Inglaterra que se disputaban la influencia y el poder de Dios sobre la Tierra. La época de la Inquisición (1184-1834) fue apenas una derivación de los horrores del poder real y religioso.

Toda guerra se ha derivado de intereses políticos, de poder y económicos, de odio y ambición por conquistar o tener lo que el otro tiene. Guerras de raza y pertenencia de una identidad en donde todo lo ajeno sería bárbaro. Los griegos y los romanos tenían la tendencia de llamar bárbaro a todo aquél que no perteneciera a la Polis o a la ciudad. Se despreciaba la presencia de aquellos que no pertenecían. Así mismo se llamó bárbaros a los hunos y a los árabes que invadieron Europa durante mil años.

La primera de nuestras grandes revoluciones (la francesa, 1789), también fue una guerra de identidad entre la monarquía y el pueblo, una guerra que usó particularmente la guillotina contra reyes y nobles que representaban el poder y el estatus que debía ser exterminado en favor de la mayoría empobrecida. ¡Libertad, igualdad, fraternidad! Fue el lema de lo que marcó el devenir de muchas guerras revolucionarias posteriores en los diferentes países del planeta!

Continuará.