La semana pasada se dieron los primeros aspectos negativos de la automedicación, que es una práctica común en muchas partes del mundo, pero cuando se trata de problemas de salud mental, sus riesgos pueden ser especialmente graves.
Ahora se mencionan otros cinco aspectos más. Muchas personas recurren a medicamentos sin prescripción médica para tratar síntomas como ansiedad, depresión o insomnio, sin considerar los efectos adversos que esto puede tener en su bienestar. En este artículo, exploramos las razones por las cuales la automedicación en trastornos mentales es peligrosa y las alternativas seguras para el tratamiento.
6. Enmascaramiento del problema
Cuando una persona se automedica, generalmente solo está aliviando los síntomas temporales sin abordar la causa subyacente de su problema de salud mental. Por ejemplo, una persona que se siente triste o ansiosa y recurre a medicamentos sin prescripción podría estar ignorando factores importantes como el estrés laboral, traumas pasados o desequilibrios hormonales que necesitan atención especializada.
7. Dificultad para recibir el tratamiento
Cuando una persona ha estado automedicándose por mucho tiempo, puede ser más difícil para un profesional de la salud evaluar su condición real y encontrar un tratamiento adecuado.
Los efectos de la automedicación pueden alterar los síntomas originales, enmascarando el cuadro clínico y retrasando el acceso a un tratamiento eficaz.
8. Posibilidad de sobredosis
El uso indebido de medicamentos sin control médico puede llevar a una sobredosis accidental, especialmente con sustancias como sedantes y opioides. En muchos casos, la automedicación con estos fármacos ha sido responsable de emergencias médicas graves e incluso de muertes.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el abuso de medicamentos psicotrópicos es una de las principales causas de intoxicaciones a nivel global.
9. Los medicamentos no son la única solución
Es importante recordar que el tratamiento de los trastornos de salud mental no se basa únicamente en el uso de fármacos. Las terapias psicológicas, como la terapia cognitivo-conductual (TCC), han demostrado ser altamente efectivas para tratar condiciones como la ansiedad y la depresión.
Además, hábitos saludables como el ejercicio regular, una alimentación equilibrada y técnicas de relajación pueden contribuir significativamente a la estabilidad emocional.
Datos a destacar
La mejor forma de tratar un problema de salud mental es acudir a un profesional, quien podrá ofrecer un tratamiento adaptado a las necesidades individuales de cada paciente. En algunos casos, los medicamentos pueden ser necesarios, pero siempre bajo supervisión médica y combinados con estrategias terapéuticas
La automedicación en salud mental es un riesgo que no debe tomarse a la ligera. Aunque pueda parecer una solución rápida para aliviar síntomas incómodos, en realidad puede empeorar
Texto y fotos: Darwin Ail