A partir de este periodo de gestación el parto puede presentarse en cualquier momento, así que conviene que estén conscientes para el comienzo de la aventura de ser padres
En el noveno mes de embarazo, aumenta el cansancio, las contracciones y se intensifican los controles médicos. El parto puede presentarse en cualquier momento a partir de ahora, así que conviene que estéis preparados para comenzar la aventura de ser padres.
Semana 37 de embarazo
Los controles médicos se intensifican y ayudan a conocer aproximadamente cuándo será el día del nacimiento del bebé que está a punto de llegar.
El bebé, que fácilmente alcanza los 50 centímetros de longitud y los 3 kilogramos de peso, tiene la cabeza encajada en la pelvis, ya sea la mamá primeriza o no. En este momento es muy importante conocer muy bien su tamaño para saber si va a tener o no problemas para atravesar la pelvis, el cuello del útero y la vagina.
Sus movimientos ya son muy escasos porque el espacio en el útero es muy pequeño, pero siguen produciéndose. Su cuello se flexiona aún más, para dejar la coronilla en la punta que avanza a través de la pelvis, y presiona el agua que queda debajo de ella para que vaya acortando y borrando el cuello del útero.
Semana 38 de embarazo
Las contracciones son cada vez más frecuentes, por lo que hay que estar atentos y acudir al hospital si los síntomas indican que el parto está próximo.
El útero ya no es el entorno indispensable para que continúe la maduración del bebé. Algunos aparatos siguen su desarrollo después del nacimiento, como el sistema nervioso, pero el bebé ya está capacitado para vivir con normalidad fuera del útero.
Su tamaño depende del conjunto del desarrollo del embarazo y de la propia herencia de los padres, pero seguirá creciendo y ganando peso hasta el último día de embarazo. La media de longitud es de 50 centímetros y el peso es de 3.300 gramos.
Semana 39 de embarazo
El bebé ya está totalmente desarrollado, por lo que el parto es inminente. En caso de considerarlo necesario el ginecólogo puede decidir adelantarlo.
Su madurez es completa y el útero ya no es solamente un espacio innecesario para el bebé, sino que ahora puede ser un entorno poco favorable, ya que el tamaño y desarrollo del feto es tal que, en ocasiones, la placenta es incapaz de aportar los nutrientes necesarios para el bienestar del bebé dentro de la mamá.
La cabeza se encuentra a un paso de la salida del útero materno. Los huesos que la forman son lo suficientemente resistentes como para proteger al cerebro durante el parto y, a la vez, no están unidos fuertemente como en el adulto, sino que pueden montarse entre ellos para hacer más pequeño el contorno de su cabeza.
Semana 40 de embarazo
Si a estas alturas el bebé aún no ha nacido, probablemente los médicos decidan ingresar a la madre y provocar el parto mediante medicinas. Mientras permanezca dentro del útero, el bebé seguirá creciendo si todo va bien. Esto no es del todo positivo ya que si crece mucho tendrá más dificultades para salir a través del canal del parto.– Agencias
