En la víspera de la Nochebuena, cientos de yucatecos se vuelcan a los mercados meridanos para adquirir los ingredientes para su cena de este 24 de diciembre
En la víspera de la Nochebuena, los mercados de la capital yucateca registraron una gran afluencia, especialmente en el área de pavos y de carnes de puerco, donde el lomo y la pierna prácticamente volaron desde temprana hora, ya que se vendieron por encargo.
En el caso del kilo de pavo este se cotizó en 85 pesos, y el pollo a 55 pesos, dijo Jorge Valencia, vendedor de aves descuartizadas en el Mercado de San Benito, quien comentó que se esperaba para hoy 24 de diciembre más demanda de producto.
Asimismo, comentó que es muy diferente el sabor que tiene un pavo o pollo recién beneficiado, al que tiene un pavo congelado, que es el que se vende en los supermercados, y detalló que en este caso se adaptan a las posibilidades económicas del cliente, que puede adquirir hasta la mitad o la cuarta parte del pavo.
En cuanto a la carne de cerdo, se detalló que para la Nochebuena, existe mucha demanda de pierna y lomo, que se preparan horneados, mientras que para el día 31 se venden más costillas y carne para asar, además de carne para preparar el pozole jalisciense, que también está presente en las cenas de fin de año.
“El kilo de pierna o lomo se cotizó a 125 pesos”, dijo el abastecedor René Vázquez, quien detalló que en estos días hay mucha vigilancia policiaca en el interior del mercado, para prevenir y atender cualquier situación ilícita que se registre.
De hecho, por los pasillos, tanto de San Benito como del Lucas de Gálvez, se observaba la presencia de guardias de proximidad social acompañados de un elemento de la Policía Municipal haciendo rondines, mientras que en el exterior, los elementos se encargaban de cuidar la vialidad y de apoyar al flujo de tránsito.
A un costado del área de carnes, la zona de verduras y frutas también registraba bastante movimiento, y el público llevaba lechugas, rábanos, zanahorias y tomates para acompañar al pavo.
De manera general, las calles aledañas a esta zona lucían atestadas de gente que buscaba zapatos, ropa o el regalo para entregar por la noche a sus seres queridos, por lo que la circulación de los vehículos fue lenta y en algunos casos se formaron importantes embotellamientos.
Texto y foto: Manuel Pool