Se requieren 200 millones de pesos anuales para que el programa funcione en Yucatán
Sin aviso de por medio, al inicio de la pandemia, en marzo de 2019 dejaron de llegar recursos para el Programa Escuelas de Tiempo Completo de la Secretaría de Educación Pública (SEP) Federal, que incluía tres horas adicionales de clases y alimentación para los alumnos, sin embargo, para compensar un poco la afectación, se enviaron despensas a las más de 200 escuelas, que en Yucatán eran parte del programa, pero no se habló más del tema, hasta que a principios de este mes, se hizo oficial su desaparición.
A dos años que inició la pandemia, las aguas vuelven a su normalidad y a partir del martes 22 de este mes, todos los alumnos regresan a clases presenciales, esto en medio de un importante rezago educativo que empeoró durante la pandemia.
Hoy más que nunca se va a extrañar el Programa de Tiempo Completo, que al aumentar tres horas de clase, la jornada sería de mucha ayuda para atender a los alumnos con rezago escolar, así como su alimentación; y para las mamás que tienen un horario laboral y no pueden pasar por sus hijos al mediodía, el programa les quedaba como anillo al dedo.
Tras el anuncio formal que hizo el primero de marzo, el presidente Andrés Manuel López Obrador respecto a la desaparición del programa, se han levantado muchas voces que lamentan esta situación y los especialistas incluso advierten que por esta mala decisión, se profundizarán las desigualdades sociales.
Ante esto, en algunas entidades ya se habla de la posibilidad de que los gobiernos estatales tomen bajo su tutela el programa y lo echen a andar, para lo cual incluso en Querétaro, ya se está trabajando en las reglas de operación, mientras que en Puebla se asegura que se tendrá de regreso el programa.
En el caso de Yucatán también existe el deseo de sumarse a esta lista, pero de entrada, ya se sacaron cuentas y resulta que se requieren de 200 millones de pesos anuales para hacerlo, dinero que a decir del secretario de Educación del Estado de Yucatán (Segey), Liborio Vidal Aguilar, no se tiene, por lo que se han entablado pláticas con el Gobierno Federal para buscar alternativas.
“El Programa de Escuelas de Tiempo Completo es del Gobierno Federal, ya le hemos manifestado nuestra inquietud porque si se afectaron aproximadamente 200 escuelas en Yucatán, ha habido inconformidad de los Padres de Familia y desde luego de maestros que tenían allá un sobresueldo, estamos en pláticas con la SEP Federal, ya está en la cancha de ellos”, explicó el funcionario estatal, quien reconoció que con la desaparición del programa los más afectados son los alumnos de comunidades marginadas.
Y mientras tanto, partidos políticos como en PRI y agrupaciones sociales toman el tema como bandera y piden el regreso de este programa, aunque el presidente López Obrador afirma que no desapareció y que sus recursos se entregan directamente a los padres de familia a través del Programa “La Escuela es nuestra”, esto para evitar malos manejos, pero lo cierto es que son completamente diferentes sus objetivos, en este último caso son para reparar escuelas, y no contempla el tema de la alimentación.
Al respecto, la directora de la primaria “Emilio Portes Gil”, Miriam Sierra, plantel que forma parte del programa de Escuelas de Tiempo Completo, explicó que hasta el momento no se tiene ningún aviso oficial, pero externó su deseo de que pronto regrese.
“Tuvimos experiencias exitosas en el programa, resultados importantes en aprovechamiento, mientras que los padres de familia, además de que se ahorrarán unos pesos, porque en la escuela comían sus hijos, tenían la tranquilidad de que mientras terminaban con su horario laboral, sus hijos estaban resguardados y aprendiendo”, indicó la docente, quien recordó que el horario de clases, en este programa terminaba a las 15 horas y que se cuidaba mucho el tema de la nutrición y control de peso de los alumnos.
“Cuando comenzó la pandemia, aparentemente el programa no había desaparecido, se suponía que entramos al programa “La Escuela es Nuestra”, pero nunca tuvimos un acercamiento, tampoco un beneficio”, explicó la directora, al recordar que en un momento dado, una vez que las clases fueron a distancia, para compensar el tema de la alimentación, el Gobierno Federal entregó despensas a las familias de los alumnos.
“Se suponía que eran tres, pero solo entregaron dos veces, metimos oficios para manifestar la situación anormal y nunca nos respondieron”, abundó la entrevistada, quien reveló que existe la posibilidad de que muchos niños que asistían a este plantel, por formar parte del programa de Tiempo Completo, dejen de asistir, (ya hubo ocho bajas por esta razón), ya que será insuficiente el tiempo para atender a los alumnos en situación de rezago educativo.
“Ahora que los niños están regresando a clases presenciales estamos viendo los efectos de tomar clases a distancia”, explicó la docente, quien recalcó que es una contradicción que se quite el programa en estos momentos que más se necesita por el rezago post pandemia.
La directora indicó que los maestros dejaron de recibir un extra en sus ingresos y así como las mamás que se encargaban de preparar los alimentos y aunque en su momento se les dijo a los directores de las Escuelas de Tiempo Compartido, que los recursos se pasarían al programa “La Escuela es Nuestra”, resultó que este programa que manejan los papás es para infraestructura, pero que a la fecha no ha resultado en ningún beneficio.
Siguen los problemas de mantenimiento en muchas escuelas, al grado que, a decir del titular de la Segey, hay algunas que por su antigüedad y riesgo que representan, permanecen cerradas, por lo que los alumnos han sido reubicados en otros planteles. Lo peor del caso, es que no se cuenta con los recursos para rehabilitarse.
“Tenemos escuelas centenarias, se necesitan cientos de millones de pesos, no contamos con ese recurso, el Gobierno Federal está haciendo su parte con “La Escuela es Nuestra” y nosotros con dinero del Gobierno del estado”, puntualizó Vidal Aguilar.
Texto y Fotos: Manuel Pool
