El coordinador del Frente Campesino en Defensa de la Tierra y de la Vida, Pedro Quijano Uc, propuso que se retome el tren Mérida-Peto, para que se transporte la producción citrícola, frutas y verduras que se dan en el Sur del estado, principalmente en Oxkutzcab.
Sin precisar las cifras de las toneladas de cítricos que se moverían ni tampoco la derrama económica, dijo que la reducción de costos sería para que haya más inversión y también se mejore las condiciones de vida de los productores.
Esta vía existió hace muchos años, pero luego de prácticamente la desaparición de los trenes, que se volvieron de carga y turístico, ésta desapareció. Ferrocarriles Unidos del Sureste existió hasta 1992.
Indicó que a finales de este mes sostendrán una mesa de diálogo con la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y abordarán varios temas para reactivar el campo yucateco, como son proyectos productivos, “incluso planteamos que en el caso de la Ruta Puuc se utilice un tren porque la capacidad productiva de cacahuate, cítricos y milpas”.
Recordó que las uniones citrícolas entraron en una corrupción, se desbarataron las directivas y ellos tenían desde luego un canal de importación y exportación, por eso es importante reactivar el campo.
Señaló que actualmente el programa del Gobierno Federal “Sembrando Vida” es esperanzador, ya que muchos jóvenes que se iban a trabajar de albañil a Mérida o a Quintana Roo, pueden quedarse en su comunidad, debido a que les pagan alrededor de 5,500 pesos al mes, por lo que el papá o el abuelo se apoya de su hijo y nieto para trabajar la tierra y en este sentido es para reactivar el campo mexicano, que aún se está lejos de ello.
En México, cuatro de cada 10 productores rurales tienen más de 60 años de edad, lo cual impone retos a la política económica y social dirigida al medio rural, pues la capacidad productiva se reduce en edades avanzadas por la disminución de las capacidades físicas.
Refirió que es posible la recuperación del campo, ya que “la milpa maya todavía tiene una vigencia porque no se invirtió como en otras partes, como el norte del país, no hay tierras mecanizadas, de riego, es un hueco para la producción idónea para el consumo humano, la milpa sería de un contenido orgánico, de manera intensa impulsan la producción de traspatio”.
Dijo que la gente que planta su tomate y cilantro come, en primer lugar, algo sano y en segundo, se ahorra. Hay una serie de puntos para plantear y pueda darse un viraje en el campo yucateco, finalizó.
Texto y foto: Darwin Ail