Fue demasiada la presión de las y los campechanos que están en desacuerdo con el Tren Ligero que ahora la molestia creció cuando cambiaron la franja blanca a amarilla en el malecón de la ciudad, amenazando con aplicar multas a quienes se estacionen, pero más tarde el gobierno de Layda Sansores San Román retrocedió y se comprometió no aplicar ninguna sanción.
Desesperada con regresar la calma a la gente, la gobernadora dio la orden de que se emitiera un comunicado para apaciguar los ánimos de las y los ciudadanos.
El argumento de la pinta de la franja en color amarillo en la zona costera es que fue realizado el balizamiento de esta para la próxima circulación del Tren Ligero.
La autoridad estatal comentó que los policías no deben aplicar ninguna infracción y si se da el caso, la ciudadanía puede acudir a las oficinas para darles solución. Sin embargo, la gente continúa molesta, ya que calificaron de innecesaria la obra, cuando lo que más apremia es el mejoramiento de las unidades del transporte público urbano.
Dijeron que de nada sirve que preparen campañas informativas sobre el funcionamiento del Tren Ligero, cuando reiteraron que lo sustantivo del caso es que la infraestructura era innecesaria y que mejor lo invertido se hubiera ejercido en otras verdaderas necesidades de las y los campechanos.
Texto y foto: Agencia