Santiago Pell
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El Futbol Club Barcelona no mejora ni parece que vaya a tener cambios importantes en sus resultados de partidos. Antier tuvo oportunidad de sumar puntos ante el Benfica en la UEFA Champions League e incluso haciendo, como para muy pocos, un “buen partido”, el gol, que es lo más importante en este deporte y especialmente en este tipo de certámenes, jamás llegó. No sé si alguien haya pensado que mágicamente con la llegada del muy experimentado entrenador Xavi Hernández los culés fueran a mostrar otro tipo de juego al que nos tienen acostumbrados en estas últimas ocasiones y que comenzarían a ganar, ganar y ganar. Porque el problema de este equipo no ha radicado solamente en su entrenador y pésima situación económica, sino también en la retención innecesaria de algunos jugadores en el campo que no sirven para nada; se necesita realizar una asepsia total.
El Barsa se sumó un empate que lo pone rozando la manija de la puerta de salida de la Champions para adentrarse de lleno a una diminuta Europa League. Pues su rival a vencer es nada más y nada menos que el Bayern de Múnich, un equipo que lo conocemos por su sed de sangre futbolera y que jamás perdonará ni tendrá piedad de un conjunto blaugrana al que ya le tiene la medida desde ediciones atrás con golizas históricas. En este deporte todo puede pasar, varias veces lo hemos visto, pero basándome en actuaciones de esta temporada, dudo muchísimo que el Barcelona logre pasar sobre los teutones y además de esto, el club culé está quedando a la merced de que un Dynamo Kiev, ya eliminado del torneo, le haga el favor de vencer al Benfica para poder mantenerse mediocremente en esta Champions.
