Originario de Omeapa, una población localizada a 15 minutos de Tixtla, donde se encuentra la Normal Rural Raúl Isidro Burgos, Jhosivani Guerrero de la Cruz, es el segundo de los 43 desaparecidos en Iguala, que según peritos de la Universidad de Innsbruck, consultados por la PGR, murió calcinado en el basurero de Cocula.
Nacido en el seno de una familia de campesinos, Guerrero de la Cruz tenía 20 años cuando decidió estudiar “por la necesidad que se vive en el municipio y en el estado”, se asienta en un perfil en el portal del Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinola.
“No me interesa tener novia”, le decía a Martina, su madre, quien dio una muestra de ADN, quien según los peritajes de coinciden con el encontrado en una muestra del río San Juan, según una semblanza de Tryno Maldonado para EmeEquis.
“Para ir a la secundaria y a la preparatoria, Jhosivani tenía que caminar cuatro kilómetros hasta la carretera, para tomar el transporte, y luego caminaba esos mismos cuatro kilómetros de regreso. Toda la familia se dedica al campo y, al ingresar a la Normal, él buscaba una oportunidad de sobresalir”, hablan sus familiares con amabilidad, ante la incertidumbre.
Por sus ojos, ligeramente rasgados y pequeños, y su complexión delgada de cuello estilizado, sus compañeros se referían a él como Coreano.- 24Horas