RATIO ESSENDI

Buenos esposos, sinónimo de  buenos padres

Por Roberto A. Dorantes Sáenz

 

La relación entre los esposos es fundamental para obtener una buena familia, si la pareja se lleva bien, entonces serán buenos padres, así lo demuestra el libro de Piero Ferruci “Nuestros maestros los niños”, que ya ha sido traducido a 11 idiomas.

En ocasiones se escuchan los siguientes comentarios: “Ha hecho falta tiempo, pero al final me he dado cuenta: la relación con mis hijos pasa a través de la relación con mi mujer. No puedo tener con ellos una buena relación si mi relación con ella no es buena”.

La experiencia clínica de Ferruci le ha demostrado que “Cada ser humano es el resultado de la relación entre dos individuos: su padre y su madre. Y esa relación sigue viviendo dentro de nosotros como una armonía bellísima o como una laceración dolorosa. La relación entre nuestros progenitores –dice Ferruci– nos constituye en lo que somos. Y esto es verdad también en la época de la familia dormitorio, de los “progenitores single”, de la fecundación artificial, de la manipulación genética, de los vientres de alquiler, de los bancos de espermatozoides… Un niño siente con todo su ser la relación entre sus progenitores, sea cual sea, la siente en sí mismo. Si la relación está envenenada, el veneno circulará por su organismo. Si la atmósfera no es armoniosa, crecerá en la disonancia. Si está llena de ansias e inseguridades, también su futuro será incierto”.

El objetivo es claro y al parecer sencillo: si quieres ser un buen padre, sé un gran marido. Si quieres ser una buena madre, sé una gran compañera para tu marido. Esto que parece simple, en la práctica no lo es.

A veces se olvida esta realidad. Se tiene demasiada confianza en la pareja, sabiendo que la relación va bien. Abandonada la relación a su propia suerte, pronto aparecen los disgustos, las recriminaciones.

Cuando un matrimonio reacciona a tiempo y recupera lo bello de su amor, los primeros en darse cuenta son los hijos.

Cómo mantener y mejorar constantemente la relación conyugal, la fuente de amor para los esposos radica en el recuerdo de sus mejores momentos.

Al contrario de lo que muchos piensan, el hecho de enamorarse es el instante más auténtico de la relación entre dos personas; es cuando ellas ven que todas las posibilidades se abren ante ellas, cuando tocan la esencia y belleza del amor.

Todo eso es el origen, la fuente: el lugar en que todo va bien y es perfecto. Resulta positivo regresar de vez en cuando a los orígenes y beber de aquella fuente de agua pura.

El éxito de un matrimonio depende de la pareja, del respeto, de la comunicación, de los valores y virtudes que practiquen, pues al fin de cuentas los hijos reflejan la educación que reciben de sus padres.

De aquí radica la importancia de que los esposos sean sinceros, honestos y que exista una comunicación que haga que el amor que se profesan entre uno y otro crezca cada día más.

No cabe duda de que los padres deben permanecer unidos en el amor, los hijos necesitan tanto del padre como de una madre para una buena educación, aunque lamentablemente hoy día existen muchos hijos con padres divorciados que tienen consecuencias negativas en muchas ocasiones. Por eso el principio es básico: si existe un matrimonio con buenos esposos el resultado será que sean buenos padres también.

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