El Real Madrid sufre, pero continúa en la cima

Real Madrid se mantiene como líder gracias al ímpetu de los poco habituales que, pese a meterse en problemas innecesariamente, lograron sacar una victoria 2-4 ante el Leganés disputado ayer.

Zinedine Zidane prescindió de gran parte de la plana mayor, BBC incluida, reservándolos para el derbi ante el Atlético de Madrid del próximo sábado. Sólo cuatro ‘titulares’ salieron a la cancha -Keylor, Ramos, Casemiro y Marcelo- y no fueron ellos los que resolvieron, sino los hombres con hambre.

El Real Madrid de los pequeños quiso recordar a un equipo con pasión por el juego que no necesita estrellas para dar espectáculo. A un futbol más inocente que al talento le pone ganas. Pero perdió pronto ese juego alegre y despreocupado.

A los 25 minutos ya se cantaba la goleada del Real Madrid y el estadio se hundía en el silencio. Los visitantes pasaban alegremente por encima de la media y la defensa del Leganés con el puro descaro (y clase) de Marco Asensio y el hambre de Álvaro Morata. Madrid se había hecho con el control del juego con facilidad y no le costó doblegar al rival, que cuando quiso darse cuenta, ya perdía por 0-3.

El tanto lo firmó James Rodríguez, pero tres cuartos del gol fueron de Marco Asensio. Morata, con un cabezazo para un sombrerito sublime sobre Herrerín, puso el 0-2 tres minutos después en un cobro de tiro de esquina de James. Convirtió, de paso, al Real Madrid en el equipo que más tantos ha marcado a balón parado esta temporada, con 22.

Pero como le supo a poco, cinco minutos después firmó su doblete batiendo en un mano a mano a Herrerín. En cuanto se relajaron, el Leganés aprovechó para buscar la remontada. No logró hacer añicos la abultada ventaja, pero hizo el suficiente daño para avivar las dudas en torno a Keylor Navas, después de llevarse dos goles en menos de cinco minutos, pese a que no fue del todo su culpa.

El cuarto tanto merengue, a los tres minutos de iniciada la segunda parte, les ayudó a recobrar la compostura. Corrió en gran parte a cuenta de Morata, cuyo potente remate roza a Mantovani y se cuela en la puerta de Herrerín.

Unos cuantos balonazos largos, peloteo, alguna carrerilla. Uno que otro con la cabeza ya en el Atlético, el resto sabiendo que se les acababa la vitrina hasta el próximo partido de programación inconveniente en que no sea necesario arriesgar estrellas.– ESPN

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