Vecinos de los fraccionamientos Gran San Pedro Cholul y La Floresta piden a las autoridades investigar los hechos y realizar rondines de vigilancia para prevenir nuevos hechos criminales
Gran indignación generó entre vecinos del fraccionamientos Gran San Pedro Cholul y La Floresta el reciente envenenamiento de al menos cinco perros, una gata y una zarigüeya.
Los vecinos lamentaron que también se incluyan entre las víctimas animales domésticos, como el caso de “Toby”, que fue el único que llegó con vida a la veterinaria y está siendo atendido tras haber consumido veneno.
Los vecinos afirman que el agente activo fue colocado dentro de carne molida, la cual luego fue depositado en diferentes puntos. La distribución se concentró a lo largo de las calles 14, 16 y 18, específicamente entre los cruzamientos con las calles 37 y 39-A.
El envenenamiento de animales en la zona no es un hecho aislado. En septiembre pasado se registró un episodio similar con la muerte de 10 perros y un zorrillo, también por envenenamiento.
Ahora, se reportaron al menos seis perros, una gata y una zarigüeya muertos. Los animales presentaron signos de intoxicación severa, como espuma en el hocico, antes de morir.
Vigilancia
Ante la situación, los vecinos solicitan a la Fiscalía General del Estado (FGE) activar una investigación urgente. Pidieron se revisen las cámaras de seguridad.
También solicitan se levanten peritajes veterinarios y toxicológicos para determinar el agente letal usado y posibles pistas (tipo de veneno, dosis, forma de dispersión).
Piden se realicen rondines o vigilancia en la zona y que la autoridad correspondiente informe públicamente de los avances en las investigaciones para generar confianza en la ciudadanía.
Al respecto, el Ayuntamiento de Mérida, por conducto de la dirección de Bienestar Animal, anunció que implementará estrategias de intervención con vecinos del fraccionamiento y el comité local para educar, vigilar y fortalecer la denuncia de este tipo de maltrato.
Crueldad
Este caso evidencia un acto de crueldad grave que afecta no solo mascotas domésticas, sino también ejemplares de fauna silvestre, y altera la confianza de los residentes en la seguridad de su entorno. Las autoridades deben actuar de manera rápida, transparente y contundente para detener esta nueva ola de envenenamientos y capturar al o los responsables.
Texto y foto: Manuel Pool




