Respetar las diferencias con mi pareja

René Emir Buenfil Viera 
psicrenebuenfil@gmail.com

Sí, cada cabeza es un mundo y entre dos personas puede haber diferencias, en personalidad, gustos, manera de hablar, etc., pero puede llegar un momento en que estás visiones diferentes sean fuente de peleas y discusiones constantes porque una persona está tratando de imponer su voluntad, o por lo menos dar a entender que su manera de pensar o su opinión es mejor o más válida que la de su pareja.

Cuando nos ponemos en la postura de “a ver de qué cuero salen más correas” nos hundimos en una lucha de egos, poder y control, y se puede estirar la liga pero llega un momento que revienta. ¿Cómo podemos dejar de discutir por pensar diferente?

Sabiendo que las diferencias pueden ser un motivo de riqueza, no sólo un motivo de conflicto: si vienen de familias diferentes, con costumbres particulares, es lógico que quizá te cueste trabajo entender cómo piensa tu pareja, o lo que le parece lo más adecuado, o a qué cosas les da más valor.

Las diferencias pueden ser un motivo de complementarse, una persona puede ayudar a la otra precisamente porque no son iguales, y una persona puede entrarle al quite cuando otra está limitada en algún sentido, o se le dificulta algo que a la otra persona no. Los rasgos que son distintos en cada persona les puede facilitar el camino hacia la colaboración, el diálogo y el trabajo en equipo.

Priorizar el entendimiento versus la paciencia: cuando las personas tienen paciencia, es porque creen que hay algo mal y se obligan a aguantar algo, a pesar de que les disgusta, pero si entiendes a tu pareja, sabes cómo es, conoces su temperamento, hábitos y su historia de vida entonces no tienes la necesidad de ser paciente, porque entiendes lo que le pasa, cómo se siente y piensa, pero se requiere de la empatía para salir de tu individualidad y tener una perspectiva desde la visión de tu pareja, así tus actitudes cambiarán y tendrán una comunicación más profunda, emocional y afectiva.

Cuando aumentamos nuestro entendimiento mutuo logramos estar en paz con las decisiones de nuestra pareja, darle el espacio que necesita y que se sienta comprendida, apoyada y respaldada.

Dejar de querer cambiar a nuestra pareja: cuando nos enojamos es porque nos estamos tomando las cosas personales, tu pareja no puede evitar ser quien es, cuando queremos moldear a la persona a que se convierta en lo que nosotros pensamos, en lugar de respetar su libertad de actuación y de decisión, aunque podemos seguir dando nuestra opinión y punto de vista, pero al mismo tiempo respetar que tienen derecho a equivocarse, a cambiar de opinión, incluso a pensar diferente a nosotros(as), estamos evitando que se convierta en alguien que no es, incluso si nuestra pareja no nos dice realmente lo que siente y se queda callada con tal de evitar problemas, tendríamos que preguntarnos para qué queríamos tener una pareja si no la aceptamos como es. Sigamos explorando nuestras diferencias en pareja con curiosidad, para sacar a relucir nuestra mejor versión y seguir creciendo.