Las más de 59 mil 139 hectáreas de la Ría de Celestún ya se encuentran listas para recibir a las y los turistas en esta temporada vacacional. Con atractivos como la Isla de los Pájaros, la zona de observación de flamencos y el ojo de agua con sus aves y reptiles, son parte de los atractivos que ofrece.
A poco más de una hora de Mérida, capital del Estado, el parador turístico de la Reserva de la Biósfera Ría Celestún se consolida como uno de los destinos preferidos por quienes visitan Yucatán en estas vacaciones de Semana Santa.
Este espacio cuenta durante esta temporada con una afluencia que alcanza hasta mil 500 personas diariamente en el cual alberga más de 300 especies de aves —entre ellas el emblemático flamenco rosado—, tres tipos de mangle, reptiles y algunos mamíferos que conforman un ecosistema único en la región.
El biólogo Mauricio López, responsable en la reserva, destacó que este sitio cuenta con una biodiversidad marina y vegetal que lo convierte en una opción ideal para quienes desean disfrutar de la naturaleza en su estado más puro.
“Contamos con mangle blanco, rojo y negro, que adornan las más de 59 mil hectáreas de esta reserva. Las personas amantes de las aves pueden visitar la Isla de los Pájaros, un punto donde anidan diversas especies”, explicó el experto.
Asimismo, señaló que quienes tengan suerte podrán observar cocodrilos tomando el sol, por lo que se hace un llamado a las y los visitantes a respetar su entorno natural y mantener las medidas de precaución durante el recorrido.
El flamenco, considerado símbolo de Celestún, se encuentra actualmente en temporada de reproducción, por lo que es posible observar grandes grupos alimentándose de microorganismos que les otorgan su característico color rosado. “Están en una etapa previa al apareamiento, por eso los vemos reunidos en mayor número”, indicó el especialista, quien también recordó que el flamenco es una especie residente en esta zona del Estado.
Por su parte, Clemente Escalante Alcocer, titular del Patronato Cultur, informó que en este espacio se cuenta con cuatro cooperativas con un total de 50 permisionarios autorizados para ofrecer paseos en lancha. “Estos recorridos, que tienen una duración aproximada de dos horas, tienen un costo de tres mil pesos por embarcación, con capacidad para ocho personas. Sin embargo, en épocas de marea baja, el número se reduce a seis por motivos de seguridad”, explicó.
Señaló de igual manera que la dependencia trabajó en el mejoramiento del parador con el fin de ofrecer mejores instalaciones a las y los visitantes tanto extranjeros como nacionales y locales quienes son los que más destacan en esta temporada de receso vacacional.
Finalmente, se pidió a las y los visitantes a respetar y cuidar del entorno para preservar este santuario natural que forma parte del patrimonio de Yucatán y México.
Texto y fotos: Andrea Segura
