Salud pública justa y digna

El gobernador Joaquín Díaz Mena instala el Consejo Estatal de Salud

Con el compromiso de transformar el sistema de salud pública en la entidad y asegurar un enfoque integral, justo y humano, el gobernador Joaquín Díaz Mena encabezó la ceremonia oficial de instalación del Consejo Estatal de Salud, un órgano interinstitucional y multisectorial que, tras seis años de inactividad, vuelve a funcionar con una visión renovada, participativa y centrada en el bienestar de todas y todos los yucatecos.

Durante el evento, celebrado con la presencia de autoridades estatales, representantes del sector salud, organizaciones sociales, comunidad científica, sector privado y ciudadanía, el mandatario destacó que este Consejo no se limita a ser un órgano consultivo más, sino que se trata de un espacio de diálogo y convergencia que busca diseñar, implementar y supervisar políticas de salud acordes a la realidad que enfrenta Yucatán.

“No hay desarrollo posible donde la enfermedad se normaliza; no hay progreso sostenible si permitimos que el dolor, la muerte evitable o el abandono marquen la vida de nuestras familias. El nuevo rostro de Yucatán que estamos construyendo tiene que ser también el de un Yucatán saludable”, afirmó Díaz Mena ante las y los asistentes.

Una deuda pendiente con la salud pública

El Consejo Estatal de Salud no había sido instalado durante la administración estatal anterior, situación que dejó en pausa la articulación efectiva de políticas intersectoriales en la materia. Su reactivación, señalaron las autoridades, responde también al llamado nacional a consolidar un Sistema Nacional de Salud Pública con enfoque comunitario y territorial, impulsado por el gobierno federal que encabeza la Dra. Claudia Sheinbaum.

Díaz Mena agradeció públicamente el respaldo de la presidenta de México, destacando su visión de una salud pública al servicio del pueblo y su convicción de que ningún rincón del país debe quedar fuera de la transformación estructural del sistema de salud.

“Nos sumamos con decisión y entusiasmo a este esfuerzo federal, conscientes de que la salud es el pilar fundamental del desarrollo de nuestros pueblos”, sostuvo el gobernador.

Justicia social y salud como derecho

En su mensaje, el titular del Ejecutivo estatal remarcó que el bienestar comienza con el acceso universal a la salud. Señaló que en el Yucatán del futuro no deben existir comunidades sin clínicas funcionales ni personas sin acceso a atención médica oportuna.

En este contexto, reafirmó que el objetivo de su administración es construir un sistema preventivo e integral que no solo cure, sino que prevenga, eduque y acompañe. Un sistema que contemple la salud física, mental, emocional y social, en consonancia con los principios del Renacimiento Maya, proyecto insignia del actual gobierno estatal.

“Nuestro sueño es sencillo, pero poderoso; queremos un Yucatán donde haya más camas de hospital que enfermos”, expresó.

Díaz Mena hizo énfasis en la necesidad de transformar el modelo asistencialista actual en un modelo que privilegie la atención primaria y el cuidado preventivo desde el primer nivel. Para ello, anunció que en los próximos meses se impulsarán acciones concretas para mejorar la infraestructura hospitalaria, garantizar el abasto de medicamentos, y ampliar los servicios médicos en comunidades alejadas.

Un modelo de salud desde el territorio

La secretaria de Salud del estado, Judith Ortega Canto, subrayó que uno de los grandes retos será implementar de manera efectiva un modelo de atención primaria en salud que articule promoción, prevención y cuidado comunitario, con respeto a los saberes tradicionales y con enfoque intercultural.

Durante su intervención, recordó que históricamente la medicina en Yucatán ha sido también comunitaria y ancestral, basada en conocimientos transmitidos por sobadoras, parteras, yerberos y hombres y mujeres que acudían a la naturaleza y al cosmos como parte de su cosmovisión.

“Hoy el 80% de las enfermedades que padecemos son prevenibles y, sin embargo, el 48% de la población no tiene acceso a servicios de salud de calidad”, señaló Ortega Canto.

Acceso desigual y retos estructurales

La titular de la Secretaría de Salud explicó que el acceso a servicios médicos en Yucatán sigue marcado por desigualdades históricas. Las zonas rurales y comunidades indígenas enfrentan mayores barreras para recibir atención oportuna, lo que reproduce ciclos de enfermedad, pobreza y marginación. Estas brechas reflejan un sistema centralizado, con recursos concentrados en zonas urbanas y personal insuficiente en el primer nivel de atención.

En este sentido, destacó que uno de los principales desafíos será garantizar que todas las personas que habitan el territorio yucateco, sin importar su condición económica, social o cultural, puedan ejercer su derecho a la salud en igualdad de condiciones.

Para lograrlo, se priorizará el fortalecimiento de los 140 centros de salud que operan en 56 municipios, y se buscará ampliar la cobertura del personal especializado, así como la disponibilidad de medicamentos, estudios clínicos y atención de calidad.

Además, se impulsarán alianzas interinstitucionales con universidades, centros de investigación, organizaciones sociales y otras dependencias gubernamentales para abordar las determinantes sociales de la salud: pobreza, alimentación, educación, acceso al agua potable, saneamiento, transporte y entornos seguros.

Perspectiva intercultural: saberes que sanan

Otro de los pilares del nuevo modelo será la integración de una perspectiva intercultural, que reconozca los saberes tradicionales y la medicina ancestral como parte del entramado de soluciones para el bienestar comunitario. Lejos de contraponerse a la medicina científica, estas prácticas pueden articularse como aliadas en procesos de prevención, acompañamiento emocional y cuidado integral.

En palabras de Ortega Canto, es necesario que las políticas públicas respeten y valoren la diversidad de formas de concebir y cuidar la salud, fomentando el diálogo entre la medicina alopática y las prácticas comunitarias de curación.

“Necesitamos promover una cultura del cuidado que incluya tanto la promoción de hábitos saludables como la recuperación de conocimientos locales sobre plantas medicinales, nutrición, autocuidado y espiritualidad”, sostuvo.

Este enfoque permitirá que las estrategias sanitarias se ajusten a las características socioculturales de cada región del estado, con la participación activa de parteras tradicionales, promotoras de salud, curanderas y sabias y sabios locales.

Asimismo, se promoverá la formación intercultural del personal de salud, sensibilizándolo para actuar con respeto, empatía y sensibilidad hacia las comunidades a las que sirven, especialmente aquellas con raíces mayas profundas.

Este modelo busca no solo curar enfermedades, sino sanar vínculos y restaurar la confianza en el sistema de salud, entendiendo que el bienestar físico y emocional está íntimamente ligado a la cultura, el territorio y las relaciones sociales.

El Consejo Estatal de Salud sesionará al menos dos veces al año, y podrá convocar a reuniones extraordinarias según la urgencia de los temas. En su estructura, se contemplan grupos de trabajo interdisciplinares que abordarán asuntos prioritarios como el embarazo infantil, la salud mental, las violencias estructurales, el acceso a medicamentos, la formación médica con perspectiva de género e interculturalidad, entre otros.

Este órgano, lejos de ser simbólico, nace con la vocación de ser un motor de transformación que escuche, articule y proponga. En palabras de quienes integran este nuevo capítulo en la historia de la salud en Yucatán, se trata de sanar desde la raíz y de poner al centro lo más valioso: la vida digna de todas y todos.

Texto y fotos: Andrea Segura