Especialistas exhortan a ejercer el periodismo con dignidad solidaridad y apegado a Derechos Humanos
En los tiempos actuales en los que la tecnología ha ganado terreno de manera importante, es una realidad que la información se consume de una manera diferente. Las audiencias requieren cada vez más de ella en sitios como Tik Tok o Instagram, con videos muy cortos en los que, obviamente, los contenidos son, hasta cierto punto, superficiales.
-El problema es que la mayor parte de la gente se queda solo con esa información y no profundiza -se explicó en el Segundo Foro por la Libertad de Expresión en Yucatán, organizado por el “Colectivo Somos Periodistas”, con el objetivo de promover un mejor periodismo y ejercer esta profesión con dignidad, solidaridad y apegado a los Derechos Humanos
“En la actualidad Facebook ha crecido en un 56% en cuanto al tema de noticias, pero Tik Tok ha crecido más”, dijo la especialista en comunicación política con perspectiva de derechos humanos, Carolina Montiel Navarro, quien destacó que la desinformación es propiciada por una crisis cultural en el conocimiento que afecta a instituciones clave de la vida moderna como la ciencia, la medicina y la educación.
‘La infraestructura de la información actual ofrece barreras más bajas que en el pasado para hacerse escuchar, mientras que su alcance es potencialmente mas amplio”, señaló la ponente ante reporteros de diversos medios de comunicación que se dieron cita en el auditorio del Centro Cultural Olimpo.
En el foro también se mencionó como otra causa de desinformación el hecho de que al público le cuesta más detectar información tendenciosa proveniente de la curaduría algorítmica que llevan a cabo las redes sociales, esto en relación a la que resulta de la selección editorial de los medios tradicionales.
En este sentido no hay que perder de vista que las plataformas como Facebook envían información que responde a las necesidades de cada usuario, y que todos los datos y comunicaciones que se reciben están destinados a reforzar nuestras aficiones intereses y opiniones, a partir del momento en el que le damos un “me gusta” o seguimos a ciertos perfiles.
Así es que cuando recibimos información, esta sigue una tendencia haciéndonos creer firmemente que tenemos la razón porque confirma nuestro punto de vista.
-Cada vez más personas se informan con estas burbujas digitales que nos radicalizan, y nos muestran un mundo sin posibilidad de sentido, ni discusión, sin enunciado coherente, ni enunciador visible –se explicó.
Ante este panorama la pregunta es: ¿Cómo informar en un entorno de desinformación? A lo que la ponente pidió hacerlo de forma consciente, con evidencia, y con perspectiva de derechos humanos.
Asimismo, hizo un llamado para desarrollar los temas informativos de manera respetuosa sin reproducir estereotipos ni prejuicios y con un lenguaje incluyente.
Para finalizar con este tema quedó en claro que hay características básicas que se pueden encontrar en las noticias falsas, como el hecho de que en primer lugar la información falsa suele ser anónima.
Otra característica de las noticias falsas es que suelen ser atemporales, por lo que seguirán siendo creíbles en 2023, aunque se hayan escrito años atrás, además de que cuentan con titulares impactantes muy alarmantes y que carecen de fuentes fiables, ya sea que no las nombre o que sean difíciles de comprobar.
En cuanto a los discursos de odio, se recordó que existen varias definiciones aceptadas por el derecho internacional de los derechos humanos y que incluyen conceptos como toda forma de expresión que propaguen inciten promuevan o justifiquen el odio racial, la xenofobia, el antisemitismo u otras formas de odio basadas en la intolerancia, incluyendo la expresada por un nacionalismo agresivo y etnocéntrico, así como la discriminación y hostilidad en contra de las minorías, los inmigrantes y las personas con este origen.
En este sentido se recordó que las políticas de comunidad encuentran su fundamento jurídico en el artículo 20 numeral 2 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, que establece que toda apología de odio nacional, racial o religión que incite a la discriminación estará prohibida por ley.
Por ello se indicó que las narrativas pueden ser armónicas con los Derechos Humanos, al generar empatía y vínculos comunitarios en favor de personas y poblaciones históricamente discriminadas.
En un segundo momento, teniendo como moderador a Abraham Bote, las periodistas Cecilia Abreu, Lilia Balam e Itzel Chan participaron en una mesa panel en la que se habló de las dificultades con que se encuentran al realizar su trabajo con perspectiva de Derechos Humanos. “¿Cómo hacer que tu nota tenga espacio sin que le cambien el enfoque o la forma en la que la escribiste?”, comentó a Peninsular Punto Medio Cecilia Abreu.
Otro de los temas puestos en la mesa es la falta de derechos laborales que afecta a la mayoría de los reporteros, que ni siquiera cuentan con prestaciones de ley, además de que perciben salarios injustos y laboran jornadas muy largas.
Finalmente, la psicóloga Adriana Bautista, integrante de la Red Nacional de Protectoras de Derechos Humanos, abordó el tema del autocuidado para periodistas, que incluyó aspectos relacionados con evitar que al realizar su labor, el periodista ponga en riesgo su salud física y mental.
Además de que estar expuestos al estrés constante puede tener repercusiones en la salud, como la aparición de afecciones en la piel y problemas con la digestión y hasta gastritis, independientemente de que por andar corriendo para llegar de un evento a otro abre la posibilidad de tener un percance vial, cuando se realiza una cobertura que implica temas complejos, como, por ejemplo, un tema de genero o abuso sexual, existe el riesgo de que emocionalmente haya una afectación.
“Hay que aprender hasta dónde puedo hacer la cobertura sin que me destruya emocionalmente, sin que me impacte a mí buscando la manera de encontrar contención en una compañera, en alguna colectiva o hablar con alguien a manera de terapia para poder realizar esa cobertura sin que mi salud mental se vea implicada”, comentó Cecilia Abreu en posterior entrevista.
Y aunque en el foro no se tocó el tema de ataques a periodistas en la entidad, la entrevistada comentó que en lo que va de este año, con la agresión que recientemente le ocurrió al reportero de deportes Marcos Sánchez suman ya cinco de estos eventos. En ese sentido destacó que en 2022, fueron cuatro o cinco situaciones de este tipo, pero recalcó que en estos momentos dicha cifra es prácticamente la misma estando a mitad de año.
Cómo detectar las noticias falsas o fake news
Aunque cada vez es más complicado identificarlas porque los ciberdelincuentes copian el estilo de las noticias verdaderas, aquí les dejamos algunos consejos que pueden servir para detectarlas:
- Mirar las fuentes desde las cuáles llega la información. Es decir, la cuenta de Facebook o Instagram desde donde se ha publicado la noticia.
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Identificar otras noticias que haya publicado esa cuenta, la frecuencia de la publicación, el número de seguidores que tiene.
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Comprobar si la cuenta desde la cual nos llega la información está verificada por un check en azul.
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Buscar y contrastar la noticia con otras fuentes de información, ya sea a través de medios online o los tradicionales.
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Fijarnos en el titular que se utiliza: ¿es muy agresivo y/o parece falso?
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Mirar si la noticia lleva consigo la publicación de su autor o no.
Texto y fotos: Manuel Pool