Este domingo 20 de julio, vecinos, jóvenes y colectivos sociales realizaron una nueva marcha en la Ciudad de México para denunciar los efectos de la gentrificación y exigir el derecho a la vivienda digna. La movilización partió desde la estación Fuentes Brotantes del Metrobús y avanzó hacia la zona de El Caminero, en la alcaldía Tlalpan, sin que se reportaran incidentes graves durante el recorrido.
La marcha fue convocada como continuación a la protesta realizada el pasado 4 de julio en la colonia Condesa. En esta ocasión, los manifestantes también expresaron su rechazo al megaproyecto “Fuentes Brotantes 134”, al que señalan por generar daño ambiental en una zona de conservación y por agravar la crisis hídrica en la región.
La gentrificación es un proceso urbano mediante el cual zonas populares experimentan una transformación en su infraestructura, servicios y demografía, impulsada por inversiones inmobiliarias. Esto suele provocar un aumento en los precios de la vivienda y servicios, lo que desplaza a los habitantes originales del área.
La consigna “Nuestros barrios no son un negocio” encabezó la movilización, que también incluyó críticas al capital extranjero y nacional involucrado en proyectos inmobiliarios.
Durante el recorrido, los participantes corearon frases como “Sí a la tierra, policía, escucha, esta es tu lucha” y “No a las constructoras”, en un llamado a detener los proyectos urbanísticos que, según argumentan, afectan de manera irreversible al medio ambiente y al tejido social.
Uno de los puntos centrales de la protesta contra la gentrificación fue el rechazo al proyecto habitacional Fuentes Brotantes 134, el cual se pretende desarrollar en una zona de conservación patrimonial.
Algunos asistentes denunciaron encapsulamientos por parte de la policía, pero lograron avanzar con dirección hacia El Caminero. Comercios a lo largo de la ruta decidieron cerrar anticipadamente y cubrir sus fachadas con madera como medida preventiva.
Texto y foto: Agencias




