Segunda Plana

CON EL INALIENABLE derecho que tienen todos de dar su opinión y disentir, la columna se permite discrepar de quienes afirman que ha faltado propuestas de los candidatos en el actual proceso electoral: los cuatro aspirantes a la gubernatura han planteado propósitos y objetivos que cumplirían si llegan al cargo, aunque, eso sí, los planteamientos son de variado grado de objetividad. De esos cuatro, nos parece que Mauricio Sahuí Rivero es quien ha planteado los mejores y el mayor número, ligeramente arriba del que parece su único verdadero rival, Mauricio Vila Dosal, mientras que Joaquín Díaz Mena se ha colgado de los proyectos que desde hace tiempo anuncia y defiende el jefe de su nuevo partido, Andrés Manuel López Obrador. Y en cuanto a Jorge Zavala Castro, mantiene su nivel de cuarto en la disputa. Desde aquí nos parece que las necesidades más sentidas de la población son servicios suficientes y oportunos de salud, y mejoría en el salario, que es uno de los más bajos en promedio de todo el país. En síntesis, promesas las hay, pero realidades… Ya veremos después del 1 de julio.

LAS EMPRESAS fantasma no son una leyenda urbana o una fantasía, sino que existen, y aún más, tienen entre sus objetivos birlarles impuestos a las autoridades hacendarias, mediante evasiones que suman alrededor de 1.5 billones de pesos anuales, según declaraciones que en Mérida hizo Osvaldo Santín Quiroz, jefe nacional del SAT. La facturación electrónica, revela el funcionario en declaraciones que incluimos en esta edición, es uno de los recursos que ha ensayado el SAT para frenar esa fuga de ingresos. En cualquier parte del mundo hay resistencia a pagar impuestos porque la gente cree, con razón o sin ella (es más veces lo primero), que gran parte del dinero que le quitan va a parar a las bolsas personales de gobernantes o políticos que se dan la gran vida (¿vio usted ayer cómo vive a todo lujo en Londres la esposa del exgobernador veracruzano Javier Duarte, Karime Macías) con dinero que debería servir para subsanar carencias en rubros tan importantes como salud, educación y empleo. Cobrar impuestos es un trabajo pesado e ingrato, pero alguien lo tiene que hacer…

Por Gínder Peraza

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *