UN TEMA QUE generó duras y amargas críticas ayer durante todo el día fue la noticia de que, según cálculos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), un trabajador mexicano sólo requiere 2 mil 822 pesos mensuales, o 94 pesos diarios, para alcanzar la línea de bienestar. O lo que es lo mismo, un mexicano necesita apenas, según el Coneval, 94.06 pesos para cubrir sus necesidades de alimento, vivienda, transporte, vestido, salud, comunicación, educación y recreación, una afirmación que resulta difícil de tragar, pues la suma no concuerda con la realidad ni siquiera suponiendo que el tal consejo se refería al gasto que haría una sola persona, el trabajador, sin tomar en cuenta a su familia, que fuese nada más su esposa y un hijo. Lo más preocupante de este asunto es que el Coneval es un organismo dependiente del sector público, lo que quiere decir que sus trabajos y teorías sirven de base para que el gobierno federal tome decisiones sobre políticas públicas. Si los funcionarios creen que con 2 mil 822 pesos al mes puede vivir tranquilamente una familia mexicana, estamos fritos muchos.
EN LA PÁGINA 40 de Punto Medio de anteayer viernes incluimos otro reporte tan interesante como preocupante, en el sentido de que en el más reciente Índice Global de Paz se informó que México ocupa el sitio 142 de un total de 163 países en ese escalafón, en el que Siria, mermada por una cruenta guerra civil, ocupa el último lugar. México se ubica apenas un escalón arriba de Venezuela, que actualmente es escenario de protestas diarias contra el gobierno del dictador Nicolás Maduro. Al parecer el estudio, que divulga el Instituto para la Economía y la Paz, fundado por el empresario y filántropo Steve Killelea, simplemente refleja la violencia con decenas de muertos que viven a diario numerosos estados del país, pero imagínese usted que nos colocan debajo de naciones tan convulsionadas como Siria, Etiopía, Congo y Haití. No es para sentirse orgullosos, sino preocupados, ¿verdad?
NO ES QUE QUERRAMOS arruinarle a usted el fin de semana, pero faltaríamos a nuestra labor si no le subrayamos que el más reciente reporte denominado “Panorama social” de la Comisión Económica para América Latina (Cepal), que aborda el tema de la desigualdad en nuestro país, señala que en México el 10% de las empresas más poderosas concentra el 93% del capital físico, es decir, de los bienes materiales, dejando las migas a las demás. En nota que incluimos en la página 32 de nuestra edición de ayer viernes, se agrega que en materia empresarial México destaca con un coeficiente Gini (herramienta diseñada para medir la desigualdad) récord (pero negativo) de apenas 0.93. Algo o muchas cosas estamos haciendo mal los gobiernos o los ciudadanos, o ambos, para que, tiro por viaje, encuestas y sondeos internacionales siempre dejen mal parado a nuestro querido México…
APENAS EN OCTUBRE del año pasado la diputada federal Kathia Bolio Pinelo se vio envuelta en un escándalo luego de que la asociación civil Acciones Líderes dio a conocer una llamada telefónica en la cual el senador Daniel Ávila Ruiz y la legisladora (ambos del PAN) discuten animadamente en torno a las gestiones de obras que estaban realizando por intermedio de ciertos constructores. Tras ese presunto caso de “moches” la diputada se había mantenido en un bajo perfil, pero eso ya cambió. En un boletín cuya publicación pagó en por lo menos un medio impreso local se informa que “la diputada panista Kathia Bolio se ha dedicado en los últimos días a continuar las giras de trabajo en el interior del estado y así responder a las solicitudes de apoyo que recibe constantemente”. La diputada dice en la citada nota que “yo trabajo con los principios políticos del humanismo y procuro realizar acciones soportadas en la subsidiariedad para ayudar a quien más lo necesite, pero exigiendo de ellos (sic) un trabajo propio…” Tal parece que, con miras a las elecciones del 1 de julio de 2018, Bolio Pinelo busca resanar su imagen, para lo cual en días recientes hizo visitas de proselitismo a Tekax, Telchac Puerto, Sucilá y Tixpéhual. Y como ella, pronto surgirán más políticos, de todos los partidos, que tratarán de posicionarse ante los votantes lo mejor posible, en busca de nuevo hueso…
