Carlos Pérez
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Desde hace muchos años se está discutiendo cuál será el máximo evento deportivo que se realiza en este planeta, algunos dicen Olimpiadas, Super Bowl, Serie Mundial de Beisbol, Champions League y otros esta última que nos trae hoy este tema El Mundial de Fútbol que esta ocasión tendrá tres sedes: EEUU, Canadá y nuestro país México, por lo que unos de los estadios emblemas para ser sede será el Estadio Azteca, también denominado El Coloso se Santa Úrsula o Guillermo Cañedo, pero que a partir de ahora se llamará Estadio Banorte.
Con un acuerdo valorado en 2 mil 100 millones de pesos, más o menos 126 millones de dólares entre Grupo Banorte y los propietarios del estadio, remodelarán o están ya realizado las adecuaciones para recibir la máxima justa del fútbol mundial, por lo tanto el naming rights , es decir la denominación tendrá un nuevo nombre Estadio Banorte; ya que este grupo bancario se encargó de lo económico para la remodelación de mejoras en la infraestructura, renovación de los asientos, modernización de los accesos y la instalación de tecnología avanzada para mejorar la experiencia, es decir todo un cambio para los asistentes a este edición del Mundial 2026.
El llamado naming es el proceso de asignar un nombre comercial a un producto, empresa, espacio o evento con el fin de crear una identidad. En el ámbito deportivo, el naming se utiliza para crear patrocinios, lo cual hace que las marcas puedan asociarse con la popularidad que los diversos públicos le puedan proporcionar. Esta táctica es de suma importancia para fortalecer la presencia de la marca y conectar emocionalmente con todos aquellos que puedan seguir de manera puntual a los eventos, aprovechando la visibilidad que los diversos canales de comunicación puedan comunicar.
Por todo lo anterior cambiar el nombre como resultado de estos acuerdos económicos tiene sus beneficios, por ejemplo, puede tener ingresos adicionales a través de patrocinios, mejorar la visibilidad de la marca patrocinadora, una mejor calidad en un estadio más moderno con innovación tecnológica. Sin embargo, también puede generar repercusión entre el público tradicional que asocian el nombre original del estadio con recuerdos y eventos históricos ¿cuál será el resultado de este cambio? ¿Crees que cambiar un naming de una marca tan posicionada sea benéfico?
