Suelo, clave para los alimentos

· Hay que cuidar los suelos

· Usar tecnología para producir alimentos de autoconsumo

· Hacer dietas alimenticias con productos locales

La seguridad alimentaria yucateca, como la del país y el mundo depende, según los especialistas, del cuidado de los suelos, la producción alimentaria para el autoconsumo, la tecnología para lograrlo y el regreso a hábitos alimenticios en los que se privilegien alimentos de producción local. 

Los alimentos son el combustible de cualquier ser vivo, pero el hombre, por la complejidad de su dieta, requiere de una  variedad y combinación para que  estos le den energía, ser sano, y vivir, pero para ello se requiere de todo un esfuerzo social para lograr la seguridad alimentaria. 

Para obtener los alimentos se han desarrollado a lo largo del tiempo diferentes técnicas para producirlos. Conforme se fueron asentando las poblaciones, la comprensión de la tierra para generar legumbres, frutas y verduras, así como la crianza de animales para la nutrición humana, fueron evolucionando, hasta llegar a la industria alimentaria y distribución de alimentos que hoy se tiene. 

En un mundo fragmentado por las capacidades sociales, económicas y políticas, la producción de los alimentos o su adquisición es diferenciando, donde unas naciones tienen los recursos para poner a la disposición de la población todo tipo de alimentos para su consumo, mientras que otras carecen de seguridad alimentaria, lo que pone en riesgo la supervivencia de su población.

¿Qué es la seguridad alimentaria?

El concepto de seguridad alimentaria surge en la década de los 70 y se basó en la producción y disponibilidad alimentaria a nivel global y nacional. Para los años 80 se añadió el acceso económico y físico de los alimentos. Es en los 90 cuando se llegó al concepto que hoy se tiene  sobre seguridad alimentaria, al que se incorpora la  inocuidad y las preferencias culturales, y se reafirma como un derecho humano. 

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés), la seguridad alimentaria es “un estado en el cual todas las personas gozan, en forma oportuna y permanente, de acceso físico, económico y social a los alimentos que necesitan, en cantidad y calidad, para su adecuado consumo y utilización biológica, garantizándoles un estado de bienestar general que coadyuve al logro de su desarrollo”.

La seguridad alimentaria de cada país se ve comprometida con la capacidad de producción y adquisición de alimentos que puede generar, algunos lo logran, mientras otros caen en un estado de inseguridad alimentaria.

La producción de alimentos en Yucatán 

Además de la seguridad alimentaria, existe otro concepto: la soberanía alimentaria, que es la capacidad que tiene un país para surtir y distribuir alimentos a su población,  si esto se baja al estado de Yucatán se puede ver que hay trabajo por hacer, entre lo que se produce y se adquiere. 

De acuerdo con el documento “Expectativas agroalimentarias 2022” de la Secretaría de Agricultura (Seder) y el Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (Siap), Yucatán será para el sureste el principal proveedor de porcinos en la región y el país, así como de miel, huevo de plato, mientras que hay productos que tienen que ser traídos de otras regiones para completar la dieta del yucateco, como el plátano o la carne de res. 

El compromiso que tienen Yucatán con la producción porcina con el país ha hecho que aumenten las granjas de cerdos, lo que ha afectado los mantos acuíferos y pone en riesgos a los cenotes, que proveen de agua a la población y, por ende la seguridad alimentaria, pues estas granjas, además del agua comprometen los suelos, cuestión que ha señalado en varias ocasiones la asociación Greenpeace. 

Por otra parte, la entidad es uno de los principales productores de pulpo en el país, pero este no llega a la mesa de los yucatecos, quienes, por razones culturales, privilegian la carne de cerdo y las harinas sobre otros alimentos, lo que ha puesto en riesgo la seguridad alimentaria desde la nutrición, pues el estado tiene uno los primeros lugares en obesidad y sobrepeso en el país. 

Seguridad alimentaria en pandemia 

De acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición, en condiciones de pandemia se encontró que sólo 40 % de los hogares lograron mantener su seguridad alimentaria en 2020. 

En este mismo sentido, en el caso de Yucatán de acuerdo con el Observatorio Regional de Gobernanza y Coordinación Social ante el Covid 19 (Orga) se detectó fenómenos naturales, sociales y económicos que afectaron la seguridad alimentaria, como los ciclones tropicales durante 2020, los cuales dañaron 95 mil hectáreas de cultivos ubicados en 60 municipios. 

Orga calculó  que el 85% de los cultivos fueron pérdida total, situación que afectó fuertemente el autoconsumo de las comunidades, ya que la mayoría de sus milpas fueron inundadas, lo que puso en riesgo su seguridad alimentaria. 

La Dra. María Zorrilla Ramos, investigadora de la Universidad Iberoamericana, especialista en cambio climático señaló al respecto:

“Cualquier cambio en temperatura y precipitación modifica la productividad de las cosechas, cambio climático y suelo, se tiene que contar con una estrategia superagresiva para restaurar los suelos agrícolas, sin suelos no hay nada de qué hablar, por lo que es un tema central. Una manera de combatir  el cambio climático es la agrodiversidad, la cual nace de la intersección entre la diversidad biológica y cultural, entre alimentos, fibras y medicinas de origen natural y local”.

Tecnología para el autoconsumo

Jorge Luis Canché Escamilla, economista y catedrático de la Universidad Autónoma de Yucatán (Uady), manifestó que una manera de procurar la seguridad alimentaria es a través del autoconsumo, y la razón es porque los recursos escasean, ya sea por factores climáticos, falta de producción, distribución o capacidad económica para adquirir los alimentos.

“Ahora con la ciencia y la tecnología que se tiene en el mundo es posible mejorar las condiciones para obtener productos para el autoconsumo, hacer cultivos en casa, ya sea en el techo, en el patio, cultivo de peces en granja. Si bien es cierto que los problemas de agresión al medio ambiente y el calentamiento global representan una afectación al sistema alimentario, pero no se puede dejar de comer”, señaló el especialista. 

“Hay que buscar otras opciones, como ocurre con la producción de alimentos en el desierto, donde ya se producen cultivos obviamente a un costo muy alto porque tienen el recurso para poder hacerlo. En nuestro caso tenemos que considerar nuestra situación  en particular para avanzar con base en la tecnología con eficiencia , oportunidad y responsabilidad, no solo copiando un modelo del otro”, concluyó Canché Escamilla.

En concordancia con los especialistas, el estatus de la seguridad alimentaria depende básicamente de la protección del ambiente, el cual, paradójicamente, se ha destruido para conseguirla. 

Texto: Manuel Pool/ Lorena González

Fotos: Agencias