Los fracasos de la detección oportuna del cáncer de mama y cervicouterino se deben a las escasas formas de cobertura de los servicios de salud de atención primaria, que son evidentes; faltan los recursos de detección e información parcial, ya que los médicos carecen del dominio de la lengua maya, señaló Jorge Carlos Guillermo, durante la presentación del libro “Cánceres en mujeres mayas de Yucatán. Pobreza, género y comunicación social”.
En su participación, comentó que hay una tendencia del sector salud por excluir los saberes de la población. “No sólo es una cuestión de orientación biomédica, sino también faltan recursos básicos de detección y tratamiento, por ejemplo los mastógrafos”, dijo.
Las mujeres mayaparlantes reciben información parcial porque el personal médico no habla el idioma, aunque no suceda con los promotores de salud.
Además de la pobreza y marginalidad, el mayahablante tiene acceso limitado a la salud y prioridades más urgentes en términos de vida cotidiana.
El comentarista mencionó que el cáncer de mama y cervicouterino son asintomáticos, por lo que mujer “no siente que padece una enfermedad, menos aún algo grave. Porque articulan negativamente la tardía detección del problema por la paciente”.
Sobre el reconocimiento de los valores populares por parte del personal de salud, se recomendó sensibilizar en algunos aspectos a los empleados. “El objetivo que el personal de salud aprenda maya, me parece, irrealizable. Pues la inmensa mayoría no lo hará por muy diversas razones. Lo mejor es la existencia de mediadores, que deberían de tener un conocimiento ecléctico y social para incrementar su eficacia y evitar problemas en términos de micropoderes”.
El material bibliográfico, citado por Guillermo, expuso que cada vez la lengua maya es utilizada en sustitución del uso del español en las campañas de prevención.
Algo similar sucede con los saberes populares, que pueden llegar a ser reconocidos por las instituciones biomédicas, sobre todo al tomar en cuenta los criterios de prevención en la población maya que el personal de salud ignora, pese atender a dicho sector.
Texto: Irbin Flores Palomino
Fotografía: Gabriela Cortés
