Una tormenta de nieve que dejó al menos tres muertos paralizó ayer parte de España, especialmente Madrid, con cientos de automovilistas bloqueados, el aeropuerto cerrado y esquiadores o trineos en las calles, mientras no se vislumbra una mejora de las condiciones meteorológicas.
“Afrontamos el temporal más intenso de los últimos cincuenta años”, aseguró el sábado el ministro español de Interior, Fernando Grande-Marlaska.
El funcionario lamentó los tres fallecimientos en la tormenta y pidió a los ciudadanos de las regiones más afectadas que permanezcan en sus casas.
Este temporal, bautizado como Filomena, hizo que se declarara la alerta roja en cinco regiones de España, entre ellas Madrid.
Las vías terrestres, ferroviarias y aéreas han sido cortadas por las violentas borrascas de nieve que se abaten desde el viernes por la tarde sobre gran parte del país.
El ministro insistió en que las “nevadas van a pasar a ser heladas” en los próximos días, y las temperaturas de hasta -10 grados centígrados están previstas para la semana entrante.
“Evitemos los desplazamientos y sigamos las indicaciones de los servicios de emergencia. Máxima vigilancia ante la tormenta Filomena”, tuiteó por su lado el presidente de gobierno Pedro Sánchez.
Sánchez saludó el trabajo de los “profesionales que intentan acudir en ayuda de las personas atrapadas por la nieve”.
En la capital, que no había conocido semejante nevada desde 1971, se vieron esquiadores en la célebre plaza de la Puerta del Sol e incluso a un hombre en un trineo tirado por cinco perros. “La situación es de extrema gravedad en Madrid”, advirtió el alcalde José Luis Martínez-Almeida en Twitter.
Texto y foto: EFE