Donald Trump, candidato republicano a la Casa Blanca, sorprendió el domingo a los comensales en un McDonald’s de Pensilvania al asumir el papel de empleado. Con un delantal sobre su camisa blanca y corbata, el ex presidente se puso manos a la obra al aprender a preparar papas fritas.
Durante su breve “trabajo”, Trump frió y saló las papas, que luego sirvió a los clientes. “Regalo de Trump”, comentó a una familia que esperaba ser atendida. Tras 15 minutos de actividad, lanzó una crítica a Kamala Harris: “Con esto ya trabajé 15 minutos más que ella, que jamás ha trabajado aquí”.
Aunque Trump sostiene que la vicepresidenta ha mentido sobre su experiencia laboral, no ha presentado pruebas. La situación refleja una realidad con la que muchos estadounidenses se pueden identificar: el trabajo en restaurantes de comida rápida.
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