El programa de alimentación Un Kilo de Ayuda está pre- sente en 181 localidades del Estado de Yucatán, en 88 municipios, y su objetivo anual es atender a por lo menos 11 mil niños y niñas menores de cinco años en condiciones de desnutrición y anemia. Todo ello porque de acuerdo al Consejo Nacional de Evaluación de la Política Social (Coneval), el 46% de la población de Yucatán vive en condiciones de pobreza (957,900) y de ellos, el 10% vive en pobreza extrema.
En entrevista con Punto Medio, Yunuel Mendoza Avilés, subdirectora de comunicación de Un Kilo de Ayuda recordó que tienen 30 años de trabajar en México, principalmente en la primera infancia. “Es esta primera infancia que nos debe de importar, porque siempre hablamos que los niños son el futuro de México, pero casi nadie trabaja entre en los pequeños desde recién nacidos hasta los cinco años, que es donde se debe prevenir la anemia y la desnutrición”, dijo.
En ese sentido, dijo que Un Kilo de Ayuda no necesariamente es un programa que lleva alimentos a los niños y niñas de población rurales en condición de pobreza, sino que con el paso de los años se han implementado varias acciones, como es la educación a las madres de familia y la capacitación, para hacerlas auto suficientes. “Trabajamos en niños porque es en este periodo de tiempo que se adquieren habilidades y capacidades, conocimientos y estrechan los lazos afectivos con las familias, que van a influir en el carácter para hacer esos niños triunfadores y brillantes”, detalló.
Para poder trabajar con los niños, dijo, se ha implementado un modelo de intervención para el desarrollo infantil, que incluye tres programas en uno: a través de una metodología participativa aplicamos estudios para ver el desarrollo físico, el neurológico y cognoscitivo que está enfocado al aprovechamiento y el desarrollo comunitario enfocado a la autosuficiencia. “Estamos trabajando con el menor, con el pequeño, con las familias y su entorno, mejorando las prácticas de crianza y luego con la comunidad. De esta manera, tenemos un enfoque más amplio con nuestros programas para lograr que una familia tenga una visión comunitaria de lo que es el desarrollo integral”, afirmó Mendoza Avilés. Ahora bien, para detectar la desnutrición y anemia en niños y niñas, a partir de los seis meses, personal de Un Kilo de Ayuda acude a las comunidades y aplica la prueba de hemoglobina, que es donde se detectan esas enfermedades y a partir de allí se aplican los programas respectivos.
Por lo pronto, dijo la funcionaria de Un Kilo de Ayuda, se está invitando a la gente para que diga sí a las distintas campañas de recolección de dinero para apoyar al programa.
– Esteban Cruz Obando
