Una lucha global

Mary Carmen Rosado Mota
@mary_rosmot
latribunaesnuestra@gmail.com

Se ha cumplido un mes de aquel domingo cuando la selección española levantó la Copa del Mundo femenil de la FIFA en el Mundial celebrado en Nueva Zelanda y Australia, un mes de aquel histórico triunfo que catapultó a la historia a las futbolistas españolas que estaban logrando, de manera simultánea, coronarse campeonas mundiales en todas las divisiones: absoluta, sub-20 y sub-17.  

Un mes en el que se ha hablado de todo, excepto de las campeonas. Lo que ocurrió en la celebración de aquel 20 de agosto terminó confirmando, ante los ojos del mundo, todo por lo que meses antes habían manifestado su descontento más de la mitad de las integrantes de la selección. Y a partir de aquel acto visible de acoso comenzó una batalla entre la institución y sus propias futbolistas. 

Con el paso de las semanas se han dado pasos, pequeños en algunos casos, pero finalmente hacia adelante para ofrecer un espacio digno y, principalmente, seguro para las futbolistas de todas las edades que representan a España en los diferentes torneos a nivel internacional. La salida de Luis Rubiales al frente de la Real Federación Española de Fútbol ha sido, quizá, el más significativo de estos pasos. 

Sin embargo, el balón siempre tiene que rodar y ante el eventual inicio de la Nations League Femenina en Europa las campeonas del mundo han tenido que tomar una decisión. En un principio, fiel a sus creencias, compartieron un manifiesto donde solicitaban, en su gran mayoría, ya no ser convocadas a la selección lo que generó una nueva página en esta historia pues muchas terminaron siendo llamadas a representar a su país por Montse Tomé, la nueva directora técnica de la selección mayor.

Lo que llamó mucho la atención de la afición es la ausencia de Jenni Hermoso y que la justificación para no llamarla, cuando a sus compañeras sí se les convocó, es que fue para “protegerla”. La propia futbolista de las Tuzas de Pachuca compartió un comunicado donde dejaba clara su postura al respecto y llamaba a la reflexión en torno a de qué o quiénes debían protegerla y porque un espacio que para ella aparentemente consideraban que no era seguro, para el resto de las convocadas sí lo era. 

La relación entre futbolistas y federación parece rota y son ellas mismas quienes han tenido que cargar con lo que esto ha implicado. Vuelos en la madrugada, cambios de sede de preparación, falta de seguridad en los arribos y juntas que duran horas con los representantes. Todo esto mientras, en teoría, debían estar concentradas para enfrentar a Suecia en su primer partido para conseguir un boleto a los Juegos Olímpicos de París. 

A pesar de todo lo que han pasado, de los momentos incómodos que han vivido, de parte de quienes en teoría se deberían de encargar de que puedan desarrollarse de manera óptima, España se llevó el triunfo 3 a 2 ante Suecia en una remontada de infarto. Pero, lo más valioso de este primer partido es el apoyo que han recibido, así como lo han expresado las futbolistas españolas y suecas con la manta que mostraron al inicio del partido “nuestra lucha, es una lucha global”.