Una visita muy especial

En el barrio de San Juan llegaron a su fin los festejos en honor al Cristo del Amor, y en la tradicional procesión, previa a la subida de la imagen a su altar, por primera ocasión a su paso por la Rectoría de Candelaria, se dispuso que la imagen de 315 años de antigüedad de la Virgen María en esta venerada advocación, se colocara a las puertas del sagrado recinto, para recibir en medio de voladores y el repicar de las campanas, a la de su hijo crucificado.

La visita por primera vez es tan cercana, ya que desde hace años se acostumbraba que el Cristo se quedara en la entrada y la virgen no era bajada de su altar para recibirlo, y ahora en el marco de la fiesta de la Exaltación de la Cruz se dio este emotivo encuentro.

A la puerta del recinto muy emocionado se encontraba el padre Carlos Ceballos García, quien observaba la manera tan especial en que la feligresía se volcó para presenciar este acto tan en el que llegó un momento en el que las imágenes quedaron frente a frente, en medio de los rezos en latín y un ambiente de fiesta.

-No dejo de darle gracias al Santo Cristo y a la Virgen, este encuentro nos recuerda que Cristo es de ayer, hoy y siempre, han pasado 20 siglos y 18 años que lo confirman, dijo el sacerdote, quien recientemente cumplió medio siglo de haber sido ordenado.

La fiesta de la exaltación es una expresión de la fe y del amor de la gente del pueblo al Cristo y a la Virgen, al Señor y a su madre, subrayó el también rector de la Candelaria, ubicada en la calle 64 por 67 en plena zona comercial de la ciudad.

En medio del estruendo de los voladores y las notas del Himno a Cristo Rey que se repetía una y otra vez, continuó la procesión para acompañar al Cristo Negro hasta su nicho.

.Texto y foto: Manuel Pool

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