Verónica Rosas Alonso, nadadora con alud de récords y prócer en el deporte

La exnadadora Verónica Rosas Alonso prácticamente desde sus primeras competencias demostró que su destino iba a ser el podio y que lamentablemente por un problema de salud no pudo asistir a unos Juegos Centroamericanos en El Salvador.

“Impuse varios récords en competencias, en los Juegos Intertecnológicos, que algunos aún se mantienen. Llegué a entrenar con la Selección Nacional de natación con la intención de buscar un lugar, pero no se dieron las condiciones”, explicó.

Incluso, los récords que impuso en los Juegos Intertecnológicos fue cuando el plantel contaba con preparatoria, pero luego dejaron de tenerla y ella tuvo que terminar su preparatoria en otro plantel.

Recordó que en su época no se apoyaba al deporte como ahora y su papá Francisco Rosas Herrera buscaba apoyos para que pueda asistir a las concentraciones.

Agregó que ella comenzó a practicar la natación porque un día su papá los llevó a la playa y coincidieron con el amigo de su papá José Francisco Molina Solís (+), fundador del club Orcas, quien la invitó a que practicara esta disciplina.

“Desde los primeros entrenamientos quedé enganchada con el deporte y el alto rendimiento lo practicó hasta los 25 años”, mencionó.

Desde pequeña su rutina era: despertarse a las cuatro de la mañana para ir a nadar, luego ir a la escuela, donde prácticamente desayunaban en el auto en que las llevaba su papá.

“No conoces vida social, hay que dormirse temprano, son contadas las fiestas a las que asistes, pero al final de cuentas obtienes la recompensa a tus sacrificios”, mencionó.

Expresó que cuando entrenaba en diciembre cuando hace algo de frío en Mérida, no faltaba quien le dijera que estaba loca, que debería parar en esas fechas el entrenamiento, pero en los otros estados cuando compites sueles tener en contra el clima, la altura, que vuelve el agua más pesada.

“En una ocasión en Querétaro la piscina tenía calefacción, pero estaba a la intemperie y el aire estaba frío, sales sientes que te helas, todo esto te merma y hay que estar preparada para las condiciones adversas”, detalló.

En 1988, en un torneo nacional impuso un récord en 50 metros libre, que era una sorpresa ya que eran contados los yucatecos que participaban en las competencias nacionales.

De las sirenas de su generación las que más destacaban figuraban: Gabriela Gaja, Ana Graham (+).