La capital del estado amanece con calles vacías y comercios cerrados en su mayoría; la temperatura desciende en algunos municipios hasta los 15 grados Celsius
Los pronósticos se cumplieron y miles de yucatecos pasaron con “heladez” y lluvias las celebraciones de Noche Buena y Navidad. Mérida amaneció ayer 25 de diciembre con calles vacías y comercios cerrados en su mayoría y prácticamente la ciudad “despertó” hasta poco después del mediodía.
No obstante, el clima prevaleciente en estas fechas no fue impedimento para festejar, visitar a familiares y amigos o para acudir a los diversos servicios religiosos.
Este fue el caso de la familia Rodríguez Góngora, de la que buen número de sus integrantes arribó de sorpresa a la capital yucateca y que se mostraron sorprendidos con los cambios de temperatura, al descender los termómetros a 18 grados Celsius durante la madrugada del 25 de diciembre.
Juan Vázquez Montalvo, meteorólogo de la Universidad Autónoma de Yucatán, informó que la pasada Navidad ha sido una de las más frías de la historia, al combinarse lluvias con descenso de temperatura, hecho que no se registraba desde 1982.
Las temperaturas más bajas se registraron en los municipios del sur del estado como Ticul, donde hubo 15.4 grados Celsius.
“Recuerden que el frío de Yucatán es muy húmedo, por lo que la sensación de frío del cuerpo es de un valor de 3.5 grados Celsius menos de lo que marca un aparato meteorológico”, comentó el especialista, quien exhortó a la población a tomar medidas para evitar enfermedades del tracto respiratorio.
Añadió que este efecto de norte, considerado como el frente frío número 19 mantendrá sus efectos durante los próximos días, y registrará temperaturas mínimas de hasta 15 grados Celsius.
Sin embargo, a pesar de las bajas temperaturas, ciudadanos como Eduardo Sandoval no pierden la actitud: aprovechó el día de asueto para salir a laborar vestido de Santa Claus.
El repartidor de plataforma digital comentó a Peninsular Punto Medio que este es el segundo año que se disfraza del bonachón personaje navideño, y que su objetivo es regalar alegría y felicidad a sus clientes, sobre todo a los más pequeños de la casa.
“El traje lo tengo ya desde hace un par de años, pues soy yo quien en mi casa le entrego sus regalos a los sobrinos. A mí me gusta hacer las cosas diferentes y, pues, es un buen día para innovar y dar un poco más de alegrías”, señaló el trabajador.
Reporte de la policía estatal
Por su parte, la Secretaría de Seguridad Pública reportó que durante los días de celebración se presentaron bajos índices en hechos viales y siniestros, por lo que reconoció la responsabilidad ciudadana, gracias a la cual hubo una baja incidencia de casos sin pérdida de vidas.
De las 18:00 horas del sábado 24 a las 5:00 horas del domingo 25, el Departamento de Peritos de Tránsito Terrestre tomó conocimiento de un accidente en el Periférico de Mérida, en el cual no hubo personas lesionadas. La estadística contempla, además del Periférico, las carreteras estatales, la ciudad de Mérida y la zona metropolitana.
En tanto, los elementos de Auxilio Vial prestaron 55 servicios a conductores cuyos vehículos presentaron algún tipo de falla mecánica, eléctrica, de neumáticos o por gasolina, entre otras causas.
En avenidas de la ciudad y en el Periférico se instalaron 19 filtros de vialidad. Ningún conductor presentó estado de ebriedad.
A su vez, los bomberos intervinieron para sofocar siete incendios de predio, uno de comercio y uno de vehículo, Y atendieron 10 reportes de fugas de gas.
Alertan: se pierden las tradiciones
Y a pesar de que en muchos hogares se preservan las tradiciones decembrinas, los cambios son parte fundamental de una sociedad y de la vida misma, por lo que no podemos detenerlos.
El antropólogo Miguel Antonio Güémez Pineda, profesor investigador de la Unidad de Ciencias Sociales del Centro Regional de Investigación “Dr. Hideyo Noguchi “ de la Universidad Autónoma de Yucatán (Uady), afirmó que el acceso a los medios de comunicación masivos ha incrementado el consumismo, sobre todo para estas fechas, y consideró que muchas personas han olvidado el verdadero significado de estas fiestas: La convivencia familiar.
Recordó que desde su experiencia, en el municipio donde creció, Tekapán, la celebración se llevaba a cabo de una manera tradicional con las costumbres que llegaron de la colonia española de ir a la “misa de gallo”, para luego realizar rezos y entonar cánticos alrededor del pesebre, donde se colocaba la figura del niño Jesús para, posteriormente, tener una cena familiar y convivencia con comida típica de la región.
“Digamos que el verdadero sentido de la de la Navidad estaba presente, siempre teníamos en cuenta, en los rezos , en las misas, en el pesebre que ponían en la Iglesia cómo nos daba muchas nostalgia, ver un pesebre con poquitos focos, escuchando misa y en el fondo este era el sentido de la Navidad”, apuntó.
Pero, por otro lado, anotó que con el paso del tiempo estas tradiciones se han ido perdiendo, sobre todo en las clases medias y altas en las que “predominan los excesos y lo vemos en la ropa, la comida, la bebida y los adornos, todo es un derroche ”.
El investigador señaló que la Navidad, con el paso del tiempo, se ha ido mercantilizando tanto que, definitivamente, se ha ido perdiendo el sentido mismo de la celebración.
“Como ocurre con el Día de Muertos o con muchas otras celebraciones, donde ya eso pasa a un segundo, tercer plano o de plano ya se pierde, ¿no? Y lo que cuenta es la celebración, el festejo y los regalos”, resaltó.
Sin embargo, dijo que los yucatecos son más renuentes a los cambios de este tipo. ”Sí, los adoptamos, por supuesto, pero hay cosas que seguimos conservando, esto lo vemos en la gastronomía y la forma de elaborar los alimentos y de consumirlos”, expresó.
“Pero, bueno, esto se ha estado modificando, pues definitivamente ha sufrido una serie de cambios y esto va a seguir sufriendo más y esto se debe a la atracción, la motivación de las tecnologías y de los medios. De lograr saber más de otras culturas y cómo se festejan las celebración en otros lados”, finalizó.
Texto y fotos: Andrea Segura
